Colombia, septiembre de 2025. ¿Sientes que tu hijo está creciendo más rápido de lo normal? No es tu imaginación. Durante la adolescencia se presenta el pico de crecimiento, una etapa que puede durar entre 24 y 36 meses. En las niñas ocurre entre los 10 y 14 años, mientras que en los niños suele darse entre los 12 y 16 años.

En este periodo los huesos se alargan, la masa muscular aumenta y el cuerpo cambia su composición. Por eso, la nutrición es clave: los adolescentes necesitan proteínas, carbohidratos, grasas saludables, vitaminas y minerales para un desarrollo adecuado.


¿Por qué la nutrición es tan importante?

Los estirones de la adolescencia dependen de una combinación de factores: hormonas, genética y alimentación.

La pediatra Claudia Sánchez, gerente médica en Abbott, explica:

“Nutrientes como el calcio y el fósforo son bloques de construcción de huesos y tejidos, mientras que la vitamina D y el zinc cumplen funciones reguladoras”.

La experta recomienda asegurar una ingesta adecuada de calorías, proteínas, vitaminas y minerales. Además, sugiere ofrecer variedad de alimentos nutritivos de manera regular para cubrir las necesidades de los adolescentes.

En casos donde exista malnutrición o dificultades para cubrir estos requerimientos, bajo la orientación de un profesional de la salud, pueden considerarse alternativas nutricionales especializadas como PediaSure 10+.


6 señales de que tu hijo está dando el estirón

  1. Siempre tiene hambre
    El apetito aumenta antes y durante los estirones. Es importante que esos nutrientes extra provengan de alimentos de calidad y se controlen con visitas médicas periódicas.

  2. Ha comenzado la pubertad
    El pico de crecimiento suele coincidir con la pubertad. Estudios muestran que el 95% de las niñas y el 70% de los niños alcanzan esta etapa durante esos años.

  3. La ropa le queda pequeña muy rápido
    Las piernas crecen antes que el torso, por lo que los pantalones suelen quedar cortos de la noche a la mañana.

  4. Duerme más de lo habitual
    El crecimiento ocurre en gran parte durante el sueño. Los niños de 6 a 13 años necesitan de 9 a 11 horas, y los adolescentes de 14 a 17 años, entre 8 y 10 horas diarias.

  5. Se tropieza con frecuencia
    El cambio rápido de altura y extremidades altera el centro de gravedad, haciéndolos más propensos a golpes y accidentes.

  6. Está aumentando de peso
    Ganar peso en esta etapa es normal, pero debe acompañarse para evitar problemas de autoestima o autopercepción corporal.


Acompañar los cambios con hábitos saludables

La adolescencia no solo representa un reto físico, también emocional para padres e hijos. Una buena manera de acompañar el proceso es involucrar a los adolescentes en la elección y preparación de los alimentos. Esto fomenta hábitos saludables, promueve la comunicación y fortalece los lazos familiares.


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