La tragedia en el barrio Castilla de Medellín tomó un rumbo aún más doloroso. El niño de 4 años que había sido brutalmente agredido por su padrastro el pasado 13 de septiembre, murió en las últimas horas en un centro asistencial, donde permanecía en la Unidad de Cuidados Intensivos.

De acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, los hechos ocurrieron cuando el procesado, en un acto de violencia extrema, levantó al menor de la cama, lo golpeó y lo arrojó al piso. Posteriormente, le quitó el pantalón y lo agredió con un machete. La madre del niño intentó intervenir, pero también fue atacada.

El pequeño sufrió graves heridas en el tórax, cabeza, espalda y pecho. A pesar de los esfuerzos médicos, no logró sobrevivir a la gravedad de las lesiones.

El hombre había sido enviado a prisión preventiva en días pasados, señalado de homicidio en grado de tentativa y violencia intrafamiliar agravada. Sin embargo, tras el deceso del niño, la Fiscalía anunció que ajustará los cargos a homicidio agravado, lo que aumenta la gravedad del proceso judicial en su contra.

Las autoridades reiteraron que, según las investigaciones, tanto el menor como su madre estaban sometidos a un ciclo constante de violencia física y emocional.

El caso ha generado indignación ciudadana y reabre el debate sobre la urgencia de fortalecer los mecanismos de prevención y atención temprana en casos de violencia intrafamiliar en Medellín y en todo el país.