El ingeniero civil Wilder Echavarría, especialista en Gerencia de Proyectos y Alta Gerencia Pública, volvió a poner la lupa sobre la Biblioteca España, ícono cultural de Medellín que ha terminado convertido en sinónimo de retrasos, colapsos y denuncias.
Antecedentes
Según Echavarría, la Biblioteca España fue construida inicialmente por la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU) durante la administración de Sergio Fajardo. La entidad contrató a la firma Arquitectura y Concreto, vinculada como socia controlante del diario El Colombiano.
El arquitecto Giancarlo Mazzanti, autor del diseño original, y la Contraloría Distrital de Medellín habrían advertido que el proyecto colapsó por modificaciones no autorizadas a los diseños y por presunta mala supervisión de la EDU.
Posteriormente, otro contratista recibió un anticipo millonario para realizar diseños, recursos que, según Echavarría, se habrían perdido sin que la administración de Federico Gutiérrez (2016-2019) tomara correctivos.
La intervención de Quintero Calle
Echavarría asegura que durante la alcaldía de Daniel Quintero, se activaron pólizas para recuperar recursos y se dejó la obra con un 98% de ejecución, a falta de un pequeño porcentaje de cierre.
“La Biblioteca España es de Quintero Calle”, afirmó Echavarría en X, señalando que la gestión permitió avanzar en la recuperación del proyecto que había quedado en ruinas.
Nuevos contratos y más dudas
La polémica volvió con la actual administración de Federico Gutiérrez. Echavarría denunció que el nuevo contrato firmado con la EDU asciende a $3.632 millones, es decir, presuntamente cuatro veces más de lo que faltaba para terminar la obra.
El ingeniero señaló:
“El contrato original era de 44 mil millones, se ejecutó un 98% (solo faltaban $880 millones). De mutuo acuerdo se liquidó. Pero ahora Fico dice que va a aplicar pólizas, llevarlo a lo penal y hace un nuevo contrato con la EDU por $3.600 millones… ¡cuatro veces más de lo que faltaba! Además, le mete mobiliario, cuando la EDU ni siquiera es idónea para eso. Esto huele raro”.
Según sus cálculos, al contrato actual se le incluyó un diagnóstico adicional, con un plazo de 7 meses más, lo que abriría la puerta a eventuales adiciones y sobrecostos.
“Esto no es ficción”
Echavarría advierte que no se puede atribuir la reconstrucción de la Biblioteca a la actual administración.
“Que no vengan a decir que esta obra es de Fico. La Biblioteca España es de Quintero Calle. Pondremos la lupa”, afirmó.
Finalmente, lanzó una advertencia:
“Desde hoy corre el reloj: en abril deberán entregar la obra, sin excusas. Estaremos vigilantes para que no aparezcan sobrecostos ni más excusas”.
Lo que debía ser un símbolo de transformación cultural sigue atrapado en denuncias, presuntos sobrecostos y decisiones cuestionadas. Para Echavarría, la historia de la Biblioteca España refleja un caso emblemático de mala planeación, posibles irregularidades y falta de transparencia en la contratación pública.
Fotos: Colprensa