La capital antioqueña enfrenta uno de sus mayores desafíos ambientales: cada día genera más de 2.000 toneladas de residuos sólidos, de las cuales solo el 15 % se aprovecha. Esto significa que más de 1.700 toneladas terminan en rellenos sanitarios o en las calles, agravando la presión sobre el medioambiente y la salud pública.

A este panorama se suman problemas como la mala calidad del aire, la creciente dificultad en la gestión del agua y un modelo de consumo basado en el “usar y botar”, que multiplica plásticos de un solo uso, escombros de la construcción y desechos orgánicos sin procesar.

Economía circular: transformar la crisis en oportunidad

En medio de este reto, la Universidad de Medellín fue escenario de la Primera Convención de Economía Circular, que reunió a más de 150 participantes, 60 conferencistas y 28 expositores empresariales para debatir soluciones innovadoras que permitan transformar los desafíos ambientales en oportunidades de desarrollo sostenible.

El experto internacional Manuel Maqueda, fundador del Instituto de Bionomía, destacó el potencial de Medellín en este campo:

“Es impresionante lo que se está haciendo desde la Universidad de Medellín: almacenamiento de hidrógeno, aprovechamiento de residuos de construcción y demolición, biomasa, nuevos materiales con desechos de nopal. Colombia tiene casi todo por hacer en economía circular, pero debemos empezar por los plásticos de un solo uso. Antioquia debería liderar su eliminación”.

Sectores clave: moda, alimentos y construcción

Maqueda señaló que los sectores con mayores oportunidades son textiles, alimentos y construcción:

  • Moda: fortalecer la reparación y prolongar la vida útil de las prendas frente a la “moda rápida”.

  • Alimentos: reducir empaques plásticos, que encarecen los productos, afectan la salud y contaminan el ambiente.

  • Construcción: avanzar hacia la “deconstrucción”, diseñando edificios como bancos de materiales para cerrar ciclos productivos y reducir costos.

La apuesta desde la academia

Para Elizabeth Flórez Yepes, vicerrectora de Investigación y Creación de la Universidad de Medellín, la economía circular no es solo un ideal ambiental, sino también una estrategia de competitividad:

“Se ha demostrado que las economías que aplican modelos circulares aumentan en un 4 % su productividad y generan miles de negocios verdes. Medellín, como ciudad de ciencia e innovación, debe apostar a la circularidad porque impulsa la interdisciplinariedad, la investigación aplicada y la participación ciudadana”.

La Universidad adelanta investigaciones en valorización de residuos orgánicos, aprovechamiento del buchón proveniente de Hidroituango y reutilización de residuos de construcción y demolición, uno de los mayores retos del Valle de Aburrá por la expansión urbana.

Medellín como referente en sostenibilidad

Con el respaldo de 20 entidades aliadas y 11 empresas patrocinadoras, la Convención fue más que un espacio académico: se consolidó como escenario de articulación empresarial y social, con stands de innovación, conferencias internacionales y talleres de cocreación.

El encuentro dejó claro que Medellín puede convertirse en referente nacional en economía circular, transformando sus problemas ambientales en una oportunidad para la innovación, la competitividad y la sostenibilidad.

foto: Colprensa