Aunque han sido muchas las batallas que el presidente Gustavo Petro ha librado y varias no las ha podido ganar, hay una en donde está avanzando de manera silenciosa y que está muy cerca de alcanzar su cometido: la impresión de los pasaportes que usan los colombianos.

Esta ha sido una dura controversia que ha casado Petro desde el inicio de su gobierno, por lo que significa poner fin al monopolio que ha tenido por cerca de 30 años la multinacional Thomas Greg and Sons, a la cual los gobiernos anteriores, le ha contratado el servicio de la impresión de los pasaportes, el documento con el cual los colombianos se mueven por el mundo.

Romper ese monopolio de la impresión de los pasaportes le ha significado varios costos políticos a Petro, en especial con sus cancilleres, Álvaro Leyva, Luis Gilberto Murillo e incluso Laura Sarabia. Los tres, cada uno a su manera, tuvieron que ver con el proceso de la nueva licitación, incluso la Fiscalía anunció que imputará el delito de prevaricato por acción a Leyva, porque sería el responsable de proferir actos administrativos contrarios al derecho.

Sin embargo, fue en agosto pasado cuando se dio el paso definitivo para no seguir dependiendo de Thomas Greg para sacar los pasaportes. El 8 de agosto se anunció el convenio entre la Imprenta Nacional de Colombia y la Casa de la Moneda de Portugal para la expedición de los documentos por un periodo de diez años.

Mientras que en Colombia se ahondó el debate e incluso la oposición citó a un debate de control político a la canciller Rosa Villavicencio y la gerente de la Imprenta, Viviana León, ese instrumento jurídico lograba la aprobación del Consejo de Ministros de Portugal para que la imprenta Casa de la Moneda de ese país firmara el acuerdo con Colombia.

ASÍ VA EL PROCESO

Entre tanto y de forma silenciosa en Colombia la gerente de la Imprenta Nacional, Viviana León, empezó a desarrollar el proceso que permita que el 1 de abril de 2026 inicie la implementación del nuevo modelo de pasaportes, bajo un esquema orientado a la protección de la soberanía de los datos personales de los ciudadanos colombianos.

En estos meses, según conoció Colprensa, ya están en Bogotá las máquinas en las cuales se imprimirán los documentos, para eso se adecuó un amplio taller de las instalaciones de la Imprenta que está ubicada en la Avenida 68 con Avenida de La Esperanza en Bogotá. Aún al inicio de diciembre las obras para la adecuación de las mismas continúan.

Ese proceso además ha contado con la asistencia permanente de las directivas de la Casa de La Moneda de Portugal, incluso en la última semana de noviembre estuvieron en Colombia haciendo seguimiento al montaje de las máquinas, pero además presentando al comité de seguimiento en Colombia, compuesto entre otros por la Cancillería y la Imprenta, algunos modelos de cómo será el nuevo pasaporte que empiecen a usar los colombianos el año próximo. De la misma forma desde Portugal llega la capacitación de las personas que desde la Imprenta Nacional atenderán el servicio.

En el convenio firmado además se señala que la Casa de la Moneda de Portugal elaborará las libretas de pasaportes bajo los más altos estándares internacionales de seguridad, incorporando dispositivos de última tecnología y cumpliendo con los lineamientos técnicos y normativos establecidos por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), lo que permitirá posicionar al pasaporte colombiano como uno de los más seguros del mundo.

Para la mitad de diciembre se tiene previsto que una delegación de Colombia, a la cabeza de la gerente de la Imprenta, Viviana León, viaje a Portugal a reunirse con el equipo de La Casa de La Moneda, para concretar entre otros asuntos el modelo del documento.

EL PAPEL DE LA PROCURADURÍA

Sumado a la decesión de la Fiscalía de imputar al excanciller Álvaro Leyva, la Procuraduría General de la Nación adelanta una contra la ministra de Relaciones Exteriores, Rosa Yolanda Villavicencio, por presuntas irregularidades en la firma del convenio entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Imprenta Nacional de Colombia y la Casa de La Moneda para la fabricación de los pasaportes.

En particular se revisa la posible omisión de un proceso de selección competitivo, porque en criterio del Ministerio Público, en el modelo implementado, la Imprenta Nacional se limita a recibir capacitación y realizar erogaciones presupuestales para pagar la prestación del servicio, pero tendrá que subcontratar los adicionales que puedan surgir en el desarrollo del bilateral, al no contar con la capacidad para ejecutar el objeto contractual.

Se evalúa además si hay un supuesto compromiso que se hizo de comprometer vigencias futuras de carácter excepcional que superan el periodo del Gobierno nacional actual, en la medida que generan un cambio en la política de expedición de documentos de identificación para los ciudadanos colombianos en el exterior.

 

(Colprensa)