El juicio contra el expresidente Álvaro Uribe, investigado por los delitos de soborno y fraude procesal, está por llegar a su fin. Aunque existían alertas de que la investigación podría prescribir en octubre de este año, el proceso avanzó con rapidez, en gran parte gracias a la celeridad impuesta por la jueza 44 Penal del Circuito de Conocimiento de Bogotá, Sandra Liliana Ortiz. Desde su posición, la jueza impidió aplazamientos injustificados e hizó intervenciones constantes para que los testigos se desviaran de lo esencial de sus declaraciones.

En total, pasaron por el estrado judicial 38 testigos por parte de la Fiscalía y 57 por parte de la defensa. Sin embargo, quedaron otros tantos por fuera. El abogado Granados había solicitado inicialmente la comparecencia de 77 personas, pero desistió de varias debido a dificultades para localizarlas o porque no aceptaron presentarse ante los juzgados de Paloquemao.

Uno de los testimonios clave corresponde a Juan Guillermo Monsalve, considerado testigo estrella del caso, quien sí fue llamado por la Fiscalía. En contraste, otro testigo esperado, el del abogado Diego Cadena, guardó silencio ante los estrados. Según la investigación, Uribe le habría dado instrucciones a Cadena para buscar retractaciones que lo favorecieran.

El proceso judicial contra el expresidente se remonta a 2012, cuando él mismo denunció al entonces senador Iván Cepeda, a quien acusó de ofrecer dinero a exjefes paramilitares para que declararan en su contra, señalándolo como presunto fundador del Bloque Metro de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y de haber participado en crímenes como la masacre de El Aro.

Sin embargo, el 16 de febrero de 2018, la Corte Suprema determinó que no existían motivos suficientes para culpar a Cepeda y, por el contrario, abrió una investigación contra Uribe al encontrar indicios de que habría intentado manipular testimonios a su favor mediante terceros. Entre las pruebas presentadas se incluyen interceptaciones telefónicas y mensajes de chat.

Las evidencias

Tal vez el hecho más relevante dentro de la investigación contra Uribe tiene que ver con Juan Guillermo Monsalve, exmiembro del grupo ‘Los Rastrojos’, condenado a 40 años de prisión y quien fue mayordomo de la hacienda Guacharacas, propiedad de la familia Uribe Vélez. Monsalve ha declarado que tanto Álvaro como Santiago Uribe fueron claves en la creación del Bloque Metro de las extintas AUC.

Monsalve afirmó haber sido víctima de presiones para retractarse de esos señalamientos, hecho que ratificó durante el juicio. Según su versión, en 2018, Rodrigo Pardo Hasche, con quien compartía celda, lo instó a reunirse con el abogado Diego Cadena, hoy procesado por estos mismos hechos. “(Hasche) me decía que si yo era paraco, ¿qué hacía apoyando a un guerrillero? Que tenía que apoyar a Uribe”, declaró Monsalve.

Una de esas reuniones se habría realizado en la cárcel La Picota, en febrero de 2018, cuando, según su testimonio, el abogado Cadena le ofreció la posibilidad de ingresar a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y, al no encontrar ese camino viable, planteó la opción de una revisión de sus condenas. Días después, Cadena habría regresado con el fin de obtener la firma de una carta dirigida a la Corte Suprema. Pero se llevó una sorpresa porque el condenado decidió contarlo todo.

“Estimados señores, me dirijo a ustedes para pedirles perdón a ustedes y al país por haber permitido que me convencieran de hablar en contra del senador Álvaro Uribe Vélez y su hermano Santiago, de quienes no tengo reparo alguno. Me arrepiento de haber testificado en contra de ellos, siendo personas totalmente inocentes y ajenas a los hechos”.

Al final de la carta, Monsalve agregó una nota aclaratoria: “Nota aclaratoria: Esta carta la hago bajo presión del abogado Diego Cadena y Enrique Pardo Hasche, alias El Gringo, quienes fueron enviados por el expresidente Álvaro Uribe Vélez”.

Frente a esta acusación, el abogado Jaime Granados argumentó que tales presiones nunca existieron. Por ello, además de confrontar a Monsalve durante el juicio, solicitó a la jueza 44 Penal la incorporación de un fallo del Juzgado 11 de Ejecución de Penas, en el que se negó una solicitud de rebaja de pena presentada por Monsalve, relacionada con las declaraciones que ofreció en contra del abogado Diego Cadena.

Esta decisión judicial, según la defensa, es una clara muestra de que Monsalve ha tenido, durante todos estos años, un interés constante en obtener beneficios judiciales a cambio de declarar como testigo de cargo de la Fiscalía.

El reloj espía

Para probar las supuestas presiones en su contra, Monsalve aseguró que el 21 de febrero de 2018 se comunicó con su pareja de entonces, Deyanira Gómez: una médica que había conocido en prisión. Le insistió en la necesidad de grabar el encuentro que tendría con el abogado Cadena un día después. La mujer decidió comprar un reloj espía y lo ingresó a la prisión a través del abogado Héctor Romero.

Al respecto, Deyanira Gómez confirmó esa versión en juicio al asegurar que compró el reloj en una tienda en línea que vendía dispositivos ocultos, días después de hablar con él. “Juan Guillermo me llamó un día y me dijo que había una situación bastante importante que necesitaba registrar para él quedar con pruebas. Le dije que qué estaba pasando. Él me dijo que estaba siendo solicitado por parte de un abogado que se presentó de parte del señor Álvaro Uribe y que él necesitaba soportar lo que se iba hablar”. La defensa ha dicho que hay contradicciones en ese testimonio.

Por su parte el abogado, Héctor Romero, detalló que, por solicitud de Deyanira Gómez, entregó a Monsalve el reloj durante una visita en La Picota, desconociendo que se trataba de un dispositivo espía, ni que iba a ser usado para grabar una conversación con Diego Cadena. Sin embargo, aclaró que no fue testigo de ofertas ilegales por parte del entonces abogado de Uribe, lo que no quiere decir que no hayan sucedido.

En ambos puntos el testimonio del abogado Diego Cadena era importante y por eso fue citado por la defensa como testigo, pero decidió guardar silencio por instrucciones de su abogado con el objetivo de no entorpecer el juicio que se sigue en su contra. También guardó silencio Rodrigo Pardo Hasche, al asegurar que las declaraciones que ha ofrecido en el pasado han sido utilizadas por la Fiscalía para crear un caso en su contra.

Testimonio libretiado

Uno de los momentos más polémicos del juicio y el cual la juez deberá analizar a detalle fue el testimonio de Óscar Monsalve, papá de Juan Guillermo Monsalve. Contradijo a su hijo y aseguró que Iván Cepeda les decía que les iba a ofrecer asilo político, y que además les pagó dinero en efectivo. Sin embargo, días después se conocieron unos audios que lo comprometieron.

En la grabación, cuya existencia fue revelada por el periodista Daniel Coronell, se escucha a quien sería Monsalve afirmar que dejaría “en limpio” a Uribe y que “se iba a cagar en Cepeda”. Por eso fue denunciado.

El reto que tiene la juez del caso luego de que el próximo 24 de junio comiencen los alegatos de conclusión es muy grande. Deberá sopesar los más de 90 testimonios y de esa manera determinar si el expresidente Álvaro Uribe se convierte en el primer mandatario colombiano en ser condenado en el país.

Por: Camilo García – Colprensa