Cartagena, abril 30 de 2025 — Un nuevo caso de presunto abuso de autoridad involucra a miembros de la Policía Nacional en Cartagena, luego de que se hiciera público un video que registra una intervención agresiva durante un operativo en vía pública. Las imágenes han generado indignación en redes sociales y han reavivado el debate sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades.
En la grabación, se observa a varios uniformados realizando una requisa a un ciudadano, quien, visiblemente molesto, reclama por el trato recibido. «Trátame suave, que yo no soy un delincuente» y «Con todo respeto, son autoridades, pero no tienen por qué ultrajar a la gente así», se le escucha decir, mientras intenta mantener la compostura ante lo que considera un procedimiento desmedido.
La Policía de Cartagena enfrenta duras críticas por un procedimiento donde un ciudadano denuncia abuso y agresión sin razón aparente. “No soy un delincuente, trátame con respeto” exclamó el ciudadano. @PoliciaColombia @DefensoriaCol @PoliciaColombia pic.twitter.com/1cCmBxfPP2
— Nación Costeña (@CostenaNacionX) April 30, 2025
Sin claridad ni proporcionalidad
Según se evidencia en el video, los policías ordenan al ciudadano colocar las manos atrás sin ofrecer una explicación clara ni justificar una posible amenaza. Aunque el hombre muestra disposición para colaborar, expresa su rechazo a ser tocado de manera violenta: «Eso lo abro yo, no tiene por qué tocarme», protesta.
Durante el procedimiento, el ciudadano denuncia haber sido empujado, pisado y tratado con desprecio. “Me pisó el cargador… eso es mío, lo voy a recoger”, se le escucha insistir mientras exige respeto. Uno de los momentos más controversiales ocurre cuando un uniformado responde irónicamente: “Póngame las esposas y lléveme, denme las tres comidas”, comentario que ha sido ampliamente criticado por su tono burlón y la aparente indiferencia ante los reclamos de la víctima.
Crítica al modelo institucional
Más allá del hecho puntual, el ciudadano cuestionó abiertamente el modelo policial en Colombia. “Si eso es la autoridad en Colombia, ¿a qué se debe?”, expresó, añadiendo con preocupación: “Imagínese, si así tratan a una persona del común”.
El caso ha puesto nuevamente en tela de juicio los protocolos de actuación de la Policía Nacional y ha suscitado llamados a la revisión de las prácticas institucionales, en especial aquellas relacionadas con el respeto a los derechos humanos y la proporcionalidad en el uso de la fuerza.