La posibilidad de que los bancos comerciales comiencen a reducir las tasas de interés que cobran por los créditos está tomando fuerza tras conocerse que la inflación anual en Colombia se ubicó en 4,82 % en junio, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) Lo anterior representa un retorno a niveles similares a los de 2021 y genera expectativas sobre un posible cambio en la política monetaria del Banco de la República.

La cifra se ubicó por debajo del rango previsto por los analistas y confirmó una tendencia descendente sostenida en los últimos meses. En paralelo, la inflación mensual fue de 0,10 %, inferior a la expectativa del mercado y a la proyección de la propia autoridad monetaria, que la había estimado en 0,22 %.

BBVA Research concluyó que este comportamiento «refuerza la expectativa de que el ciclo inflacionario podría estar entrando en una fase de mayor estabilidad», lo que ofrecería argumentos sólidos al Banco de la República para considerar una reducción en la tasa de intervención, actualmente fijada en 9,25 %.

El informe del BBVA destacó que el grupo de alimentos, particularmente los productos perecederos, fue determinante en la reducción de la inflación general. Se registraron caídas notables en la papa (-37,2 % anual) y la cebolla (-17,4 % anual). Sin embargo, los precios de productos procesados y cárnicos no presentaron descensos significativos.

En el caso de los bienes, la inflación anual subió levemente a 1,6 %, lo que, según el análisis, puede estar relacionado con la reciente apreciación del peso frente al dólar, que moderó el impacto de los precios de bienes importados.

En los productos regulados también se registró una disminución. La inflación anual de este grupo fue de 5,5 % en junio, 82 puntos básicos menos que en mayo. La baja fue atribuida a una caída en el costo de la energía y, en menor medida, a la moderación en el precio del agua potable.

En contraste, los servicios mostraron un descenso marginal: pasaron de una inflación anual de 6,06 % a 6,0 %. El informe señaló que la variación de los arriendos ayudó a mantener una tendencia levemente bajista.

Uno de los focos del informe fue la inflación sin alimentos ni regulados, una de las métricas más seguidas por el Banco de la República. Según BBVA, este indicador se mantuvo en torno a 4,8 %, lo que sugiere una estabilidad estructural en el comportamiento de los precios.

El documento subraya que esta estabilidad fue posible por las «tendencias encontradas entre regulados y bienes principalmente», lo que permitiría una mayor claridad en la toma de decisiones del Emisor.

La apreciación del peso frente al dólar durante los últimos meses tuvo un efecto moderador sobre la inflación, especialmente en los precios de bienes importados y materias primas. Esto permitió que Colombia cerrara el primer semestre del año con una inflación anual más baja que la de otras economías de la región.

Con la inflación acercándose a la meta del Banco de la República y una tendencia a la baja sostenida, los analistas creen que hay espacio para que la Junta Directiva comience a reducir la tasa de interés de referencia.

“La autoridad monetaria cuenta ahora con mayor margen de maniobra para ajustar su política”, concluye el análisis de BBVA Research, aunque advierte que esta posibilidad dependerá de la consolidación de la tendencia y de la ausencia de choques externos que alteren el equilibrio actual.

Foto y noticia: Colprensa