Un escándalo de proporciones mayúsculas sacude la seguridad nacional. Carlos Ramos González, exdirector de inteligencia en Colombia, presuntamente habría acordado con el gobierno de Nicaragua la entrega de información reservada a cambio de obtener asilo político en ese país centroamericano.

Lo que preocupa a una fuente en el alto gobierno colombiano, no es solo la figura del exfuncionario, sino el contexto. Nicaragua y Colombia mantienen desde hace años un litigio internacional por la soberanía marítima en el Caribe. En 2012, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya falló a favor de Nicaragua, otorgándole derechos sobre amplias zonas marítimas alrededor del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, reduciendo de manera considerable la extensión de mar que Colombia reclamaba como suya. Desde entonces, Managua ha buscado en nuevas demandas ampliar aún más su control sobre estas aguas, donde se encuentran ricos recursos pesqueros y posibles reservas energéticas.

En este escenario, el asilo otorgado a Ramos Gonzales en Managua adquiere un valor estratégico enorme para el régimen de Daniel Ortega. Una fuente de alta credibilidad en el Gobierno colombiano, que pidió no ser revelada por motivos de seguridad, advirtió con preocupación:

“La información que tiene este personaje es de suma delicadeza para la seguridad del país, y habría sido la moneda de cambio para garantizarle protección política en territorio nicaragüense”.

La misma fuente hizo un llamado al sentido común, destacando que la presencia de Ramos Gonzales en Nicaragua debe interpretarse como un movimiento estratégico de primer orden:

“Su valor para el régimen nicaragüense es incalculable: estamos hablando del hombre que manejó la inteligencia colombiana y que hoy está asilado en un país con el que tenemos una disputa abierta por territorio marítimo”.

De acuerdo con la información preliminar, el exdirector presuntamente habría entregado datos sensibles fruto de interceptaciones, reportes de inteligencia sobre la estrategia militar en el Caribe, así como información sobre políticos colombianos.

De confirmarse estas versiones, Colombia estaría ante un episodio que podría tipificarse como traición a la patria, en un momento crítico donde el Caribe sigue siendo escenario de tensiones políticas, militares y jurídicas.

Fotos: Colprensa