Parece que el país va mejorando y eso tiene a ciertos periódicos al borde de un ataque de nervios. El DANE anuncia que el desempleo bajó, la tasa más baja desde 2001, y en lugar de alegría, los titulares se llenaron de luto. El Colombiano gritó “¡Preocupante!” como si tener trabajo fuera una tragedia nacional, y El Tiempo acompañó la buena noticia con la cara más triste del archivo, esa expresión que se usa cuando el Wi-Fi se cae.

Si el desempleo sube, se quejan; si baja, también. Uno empieza a sospechar que lo único que quieren ver subir son los clics. El problema no es que falten empleos: es que sobran titulares pesimistas. A este paso, la próxima noticia dirá: “Colombia logra pleno empleo y eso preocupa a los expertos que viven de las crisis.”

Decía Churchill que un pesimista ve dificultad en toda oportunidad. Pues El Tiempo y El Colombiano han elevado eso a arte. Lograron encontrar drama en la estadística más alegre del año. Tal vez les da miedo que si al país le va bien, se acabe el negocio del apocalipsis editorial.

Y no es que mientan, no. Es peor: manipulan con sutileza. Escogen una palabra, una foto o un tono que convierten la esperanza en sospecha. Ese es el nuevo periodismo gourmet: emociones negativas servidas en bandeja de datos verdaderos.

Oscar Wilde decía que “algunos provocan felicidad dondequiera que van, y otros cuando se van”. Lo mismo pasa con estos titulares: uno los lee, y la alegría se va. Tal vez por eso El Tiempo anda tan nublado y El Colombiano tan preocupado: el sol no les conviene, porque se les nota la sombra.

En el fondo, no es que les moleste que la gente tenga empleo. Lo que les duele es que la realidad no encaje con su narrativa. Porque, claro, si el desempleo baja, ¿de qué se quejan mañana? Quizás de que los colombianos están sonriendo demasiado.

García Márquez decía que “la prensa se volvió un espejo deformado del país”. Y hoy ese espejo refleja dos portadas tristes ante una buena noticia. Tal vez sea hora de que El Tiempo y El Colombiano se tomen unas vacaciones, o consigan un empleo nuevo: el de informar con alegría cuando el país mejora.