El ex presidente de la República, Iván Duque Márquez, se vio envuelto en un incómodo momento mientras se encontraba en una calle de Washington, Estados Unidos. Lo que parecía ser una selfie con un supuesto admirador, se convirtió en una tensa cuando el periodista Dan Cohen, del medio Uncaptured News, lo confrontó con preguntas sobre sus presuntos vínculos con el fallecido narcotraficante José “Ñeñe” Hernández.

La situación dejó notar la incomodidad del ex mandatario, quien se encontraba acompañado de algunos de sus familiares en el momento del incidente. La confrontación del periodista Cohen no solo sorprendió al expresidente, sino que rápidamente se convirtió en viral las redes sociales, dando pie a diversas opiniones y especulaciones sobre el tema.

Los presuntos vínculos de Duque con el fallecido narcotraficante habían sido cuestionados en numerosas ocasiones en Colombia, y este episodio de confrontación por parte del periodista estadounidense, solo logró reavivar las dudas y controversias sobre el tema. La respuesta del ex presidente a las preguntas del periodista no fue clara y no ayudó a disipar las especulaciones.

La situación generó revuelo en los medios, y algunos periodistas y analistas políticos consideraron que este tipo de situaciones no son propicias para la imagen de los mandatarios, y que al encontrarse fuera del poder, es mejor evitarlas. Sin embargo, otros defendieron el derecho de los ciudadanos y periodistas a realizar preguntas incómodas, incluso a los ex presidentes.

A pesar de que el ex presidente no se pronunció sobre el incidente posteriormente, ni tampoco en sus redes sociales, la confrontación del periodista Cohen hizo eco en la opinión pública y recordó la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas de los mandatarios y funcionarios públicos.

En conclusión, la selfie que parecía ser una muestra más del cariño de los seguidores del ex presidente Iván Duque, terminó convirtiéndose en un desagradable momento para él, quien fue cuestionado en plena calle por sus presuntos vínculos con el fallecido narcotraficante José “Ñeñe” Hernández, un tema que ha sido recurrente en su carrera política. Este episodio deja en evidencia que la transparencia y la rendición de cuentas son necesarias para las figuras públicas y que los ciudadanos tienen el derecho a realizar preguntas incómodas y exigir respuestas claras.