Desde el pasado 11 de septiembre, el Centro Comercial Parque Fabricato, en Bello (Antioquia), se convirtió en el escenario de una propuesta poco común para los visitantes: El Circo del Terror, una experiencia que combina escenografía inmersiva, efectos especiales y un recorrido temático que busca provocar miedo, tensión y curiosidad.

El evento, que permanecerá abierto hasta el 3 de noviembre, invita a los asistentes a recorrer ocho escenarios inspirados en clásicos del terror, entre ellos El Salón del Hombre Lobo, La Hechicera y La Carnicería Humana. Cada espacio recrea un ambiente con sonido, iluminación y actores en vivo que buscan generar impacto visual y emocional.

Aunque la atracción se promociona como una actividad familiar, se recomienda principalmente para mayores de 12 años. Su diseño, según los organizadores, está pensado para “ofrecer una experiencia segura, pero terroríficamente inolvidable”.

Entre el espectáculo y la estrategia comercial

El montaje del Circo del Terror también reabre el debate sobre la transformación de los centros comerciales en espacios de consumo que combinan el entretenimiento con el mercadeo experiencial. Fabricato, al igual que otros complejos del Valle de Aburrá, ha apostado por actividades temáticas para atraer público, en un contexto donde las ventas presenciales siguen enfrentando el desafío del comercio digital.

El ingreso a la atracción tiene dos modalidades: $15.000 pesos con registro de facturas del centro comercial y $20.000 sin registro, una dinámica que incentiva el gasto dentro del establecimiento.

Con esto, Parque Fabricato consolida su apuesta por convertir el centro comercial en un “ecosistema de experiencias”, donde el ocio y el consumo se entrelazan en una narrativa de entretenimiento que, aunque llamativa, también plantea interrogantes sobre los límites entre la diversión y la mercantilización del miedo.