La escena política nacional sufrió en las últimas un fuerte remezón con las revelaciones de varios videos en los que aparece el hoy senador Roy Barreras, integrante de la campaña de Gustavo Petro, exponiendo con crudeza la que ha sido la estrategia del Pacto Histórico en las presentes elecciones presidenciales.

En las reuniones sostenidas por el político se puede apreciar como centro de conversación los excandidatos presidenciales Sergio Fajardo y Alejandro Gaviria, y la revelación de hechos que trataron, sin éxito, de ser desmentidos por este movimiento, como la visita a las cárceles en búsqueda de respaldos.

«Pensemos tácticamente si hay que dividir o no al centro, si esto sirve de algo, coger al abandonado (Sergio) Fajardo y traerlo, o más bien nos damos de frente contra Alejandro Gaviria», manifestó Barreras en uno de los apartes más suaves de las imágenes.

«Tenemos dos cosas por hacer: o dividir ese centro más y hacer que el señor Fajardo, que tampoco es confiable, pueda sobrevivir para que divida la votación del centro, lo decíamos antes de que llegara Gustavo», dijo Barreras.

¿Reunión con extraditables?

Pero lo más inquietante de las grabaciones es que quedaría en evidencia cómo el congresista electo del Pacto tenía pleno conocimiento de las visitas hechas por integrantes de la campaña a las cárceles del país, en especial a La Picota de Bogotá, otro de los hechos que generó una polémica.

Hay visitas a las cárceles, al pabellón de extraditables, de gente del Pacto Histórico ofreciéndoles la no extradición a los extraditables. En los pabellones se reunieron», dijo Barrera, quien acto seguido dio a conocer el paso a seguir para evitar daños colaterales con este suceso.

«Eso lo van a sacar pronto, hay que estallarlo, les decía yo ahora como cuando tú estallas controladamente un explosivo, la campaña tiene que advertir y descalificarlo y no salir a dar explicaciones», agregó Barrera, en diálogo con miembros de la campaña de Petro.

A su vez, en los videos también se puede apreciar la forma en que Barreras propone una urgente reunión del candidato con una importante casa de giros del país, dispuesta -según el político- entregar una fuerte cantidad de dinero a cambio de presuntos favorecimientos posteriores.

«La gente de Supergiros, que ya ayudó en la primera vuelta, quiere explicarle con la junta directiva cómo ellos pueden avanzar hacia un sistema cooperativo financiero. Esto va de la mano de un aporte, pueden ser 500 millones de pesos», dijo Barreras.

Reacciones al escándalo

Fue tal la molestia que generó la revelación de estos videos, que el senador Gustavo Bolívar, uno de los principales ‘escuderos’ de Petro, arremetió contra Barreras y lamentó los inconvenientes que de acuerdo con su postura ha causado la presencia del congresista en la campaña.

«Hay gente que resta más de lo que suma. Siento vergüenza. El silencio no es una opción. El cambio se hace de manera decente o no lo es», publicó Bolívar, quien recibió una fuerte réplica del propio Barreras sobre este espinoso asunto.

 

«No hay nada de que avergonzarse senador @GustavoBolivar. No caigas en la trampa. La campaña es víctima de chuzadas e interceptaciones. ¡Es Watergate! ¡Espían, Graban y filtran las conversaciones privadas! ¡Eso es delito! ¡Nosotros conversamos! ¡Ellos chuzan y delinquen!», dijo.

Al respecto, los excandidatos Fajardo y Gaviria, este último unido a la campaña de Petro, también dieron a conocer sus impresiones tras los videos, en los que quedaría expuesta la estrategia política de Barreras y el Pacto Histórico para debilitar y aplacar sus campañas políticas.

«Llevan años destruyendo al que se les enfrente y no se arrodille. Utilizan todas las formas de lucha. Dividen tareas en privado, para que unos aparezcan como ángeles en público. Falsos. Se puede hacer política limpia. No lo duden. Llegará el momento. Estos son lo mismo de siempre», expresó Fajardo.

Por su parte, Gaviria dejó claro en un comunicado que pese a las declaraciones de Barreras seguirá respaldando el proyecto político del Pacto Histórico para la segunda vuelta presidencial, el próximo de 19 de junio.

«Repetí que en la competencia política existen contrincantes (que uno quiere derrotar), no enemigos (que uno tenga que eliminar). Recibí muchos ataques. Algunos de ellos viles y mentirosos. De la izquierda y la derecha», empezó el excandidato.

«Nunca me gustó la suficiencia moral que viene con asumir el papel de víctima. Me dolieron muchos de los ataques y calumnias por supuesto. Pero no voy a quedarme, como lo dije hace unos días, rumiando rencores y coleccionando agravios», puntualizó.