Catorce exintegrantes de las Farc rindieron versión ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Se trata de antiguos integrantes del Bloque Oriental de las extintas Farc, entre los que estuvieron Rodrigo Londoño conocido como ‘Timochenko’ o ‘Timoleón y Julián Gallo Cubillos, conocido como ‘Carlos Antonio Lozada’.
Junto a ellos comparecieron Quintero Estévez, conocido como ‘Arcesio Angarilla’; Evaristo Marroquín Tinoco, alias ‘Heliodoro Suárez’; Heliud Restrepo Chávez, ‘Samurái’; Francisco Javier Rivera Camacho, ‘Julio Marquetalia’; Wilmar Antonio Marín Cano, ‘Hugo’ y Bernardo Mosquera Machado, ‘Negro Antonio’.
En sus declaraciones, varios de ellos reconocieron su responsabilidad por el atentado al Club el Nogal, ocurrido en 2003, en el que fueron asesinadas 33 personas y 198 quedaron heridas. También aceptaron haber perpetrado el atentado con rockets en Bogotá, en 2002, cuando intentaron asesinar al entonces presidente Álvaro Uribe. En ese ataque fueron asesinadas 27 personas y 69 resultaron heridas, varias de ellas en situación de habitabilidad en calle.
Durante las audiencias, los comparecientes también admitieron haber ejecutado dos atentados contra el exvicepresidente Germán Vargas Lleras. El primero ocurrió el 13 de diciembre de 2002, cuando le enviaron un libro bomba que le causó graves heridas en las manos. El segundo fue el 10 de octubre de 2005, cuando, al salir de Caracol Radio, explotó un carro bomba que dejó nueve personas heridas. Ambas acciones fueron atribuidas a integrantes de la Red Urbana Antonio Nariño de las extintas Farc-EP.
Entre otros atentados, los comparecientes reconocieron haber instalado una bicicleta bomba en el barrio Fátima de Bogotá, en 2002. En ese hecho fueron asesinadas una niña, su madre y cuatro miembros de la Policía; además, 28 uniformados resultaron heridos. También aceptaron que el Frente Policarpa Salavarrieta de las Farc perpetró la masacre de trabajadores de la Asociación de Municipios de Cundinamarca.
Además, rindieron versión por varios asaltos en las estaciones de Policía en los que afectaron a la población civil. Aceptaron acciones en municipios de Cundinamarca como Fosca (1995), Sueva (1995), Chiguaní (1996), Venecia (1997), los intentos fallidos de tomarse Cabrera y Gutiérrez (1999), Quipile (1995–2003), Puli (2003) y La Palma (1998 – 2002). Para explicar cómo atacaron las estaciones de Policía, los comparecientes utilizaron una maqueta y también relataron cómo robaron dinero de los bancos de la Caja Agraria en esos municipios.
Hasta ahora, estos hechos no habían sido investigados en otros casos territoriales de la JEP, en los que también se abordan crímenes no amnistiables de las extintas Farc-EP; o en casos como el 01, sobre secuestros, o el 07, sobre reclutamiento de menores de edad.
Este es el primer llamado en el Caso 10 a versiones del Bloque Oriental por frentes de la antigua guerrilla que operaron en Bogotá y Cundinamarca. Vendrá un segundo llamado en julio y agosto a los frentes que operaron en el occidente de Meta, Arauca, Boyacá, Casanare, Guaviare, Guainía, Vichada y Vaupés.
Una vez terminen las versiones, serán trasladadas a las víctimas, quienes serán convocadas por la Sala de Reconocimiento de Verdad a diligencias en las que podrán hacer observaciones sobre lo dicho por estos 14 comparecientes de las Farc-EP.
Después, la sala contrastará las versiones de los comparecientes, las observaciones de las víctimas, los informes de la sociedad civil, las investigaciones de la Fiscalía, entre otros.
Foto y noticia: Colprensa