Alexander Díaz Mendoza «Calarcá», jefe de las disidencias que asesinaron a siete miembros del Ejército en El Guaviare, aseguró que se trató de una confusión, puesto que sus hombres creyeron que se trataba de combatientes al servicio de Iván Mordisco.

Díaz Mendoza aseguró que el día del múltiple crimen, varios hombres del llamado bloque Jorge Suárez Briceño de los disidentes, realizaban labores de patrullaje para asegurar la zona, detectaron a los uniformados y decidieron atacarlos.

«Y se formó el tiroteo, en medio de la confusión, pensando que se trataba de tropas de Iván Mordisco, porque ellos están en esa región», afirmó el jefe disidente, en entrevista con Revista Semana.

«Fue un accidente. ¿Se puede imaginar, si el hecho hubiera sido planificado por nosotros, qué hubiera pasado? Nunca fue planificado. Reitero, fue un accidente», agregó Díaz Mendoza, en respuesta a la publicación.

Al estilo que solían tener las extintas FARC, el jefe disidente se desentendió de sus responsabilidades por el múltiple crimen, a cambio se quejó de la muerte de 16 disidentes en combates con las tropas y cuestionó la presencia del Ejército en el lugar del ataque, al sostener que estaban a 20 kilómetros del Antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (AETCR) que resguardaban.

Además cargó contra el Gobierno al sostener que ha incumplido con las promesas de cambio y desestimó las urgencias del presidente, Gustavo Petro, frente a los tiempos de cese al fuego y negociación de paz.

«Este Gobierno no ha sido capaz de cumplir ni siquiera el uno por ciento de lo acordado. ¿Con qué cara nos van a hablar a nosotros de reagrupamiento? ¿De zonas de concentración? Pareciera que fuera una celada», afirmó.

Negó además que haya tiempo suficiente para un acuerdo de paz con el Ejecutivo, aseguró que no a entregar las armas y dijo estar listo para negociar con la siguiente administración, en una evidente contradicción con la supuesta voluntad de paz que su organización dice tener.

Foto y noticia: Colprensa