El gobierno de Colombia protestó ante la administración de los Estados Unidos por las declaraciones de Marco Rubio en el marco del caso judicial contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez.

Tanto el presidente Gustavo Petro, como la Canciller (e) Rosa Villavicencio mostraron su molestia por la reacción del secretario de Estado, que calificó como «preocupante» la decisión judicial.

Mientras la jueza Sandra Heredia leía el sentido del fallo en el caso del exmandatario, Rubio aseguró que: «El único delito del expresidente colombiano Uribe ha sido luchar incansablemente y defender su patria. La instrumentalización del poder judicial colombiano por parte de jueces radicales ha sentado un precedente preocupante».

La primera en cuestionar estas palabras fue la canciller, quien rechazó las palabras del secretario de Estado, asegurando que «Su intromisión en asuntos judiciales colombianos vulnera nuestra soberanía y desconoce la independencia de la justicia».

Esto no cayó para nada bien en el presidente Gustavo Petro, quien se sumó a las protestas y calificó el hecho como una injerencia a la soberanía nacional.

«Una intromisión en asuntos judiciales de otro país, es una intromisión a la soberanía nacional. El mundo debe respetar los jueces de Colombia, muchos y muchas han caído asesinados, por ayudar al mundo», aseguró.

De momento, no ha habido otra respuesta desde la administración Trump tras esta molestia presentada por el gobierno Petro.

Varios miembros del Congreso de los Estados Unidos, como los senadores Mario Díaz-Balart, Carlos Jimenez, Bernie Moreno y Maria Elvira Salazar, también criticaron la decisión. Hablaron de una instrumentalización politica en la justicia y de fuertes cuestionamientos ante el presidente Petro.

«La decisión del juicio, la persecución política y la cacería de brujas contra el expresidente Álvaro Uribe es una evidente violación del estado de derecho y refleja el avance de fuerzas extremoizquierda que controlan a Gustavo Petro», cuestionaron.

Foto y noticia: Colprensa