Culminó una edición más del Bogotá Fashion Week, la semana de la moda de la capital del país que edición tras edición se convierte en una cita imprescindible en la moda colombiana y con miras a la internacionalización de la misma.

Un evento que comenzó en la noche del pasado lunes cuando la nueva propuesta del diseñador colombiano Jorge Duque que cautivó a los más de mil invitados que se dieron cita en las antiguas bodegas de Pastas Gallo, en el centro de la capital del país.

Oficialmente el Bogotá Fashion Week abrió sus puertas en el centro de convenciones Agora desde el martes, con pasarelas para todos los gustos, entre reconocidos nombres del diseño de vestuario colombiano,  así como nuevos talentos y propuestas que provenían de la más grande industria mayorista del país.

Así, los asistentes podían asistir a la pasarela de Ricardo Pava, con más de 30 años en el diseño de moda masculina, con una propuesta inspirada en una profunda investigación sobre la migración que actualmente se produce en distintas partes del mundo, en especial, con los migrantes que arriesgan su vida al querer llegar a Estados Unidos cruzando por el llamado Tapón del Darién.

Pero también, podían asistir a Puente, un novedoso proyecto que cumple su segunda edición convocando a empresarios y creadores de sectores como San Victorino y El Restrepo donde son dos importantes centros mayoristas del país, para ayudarlos a llevar sus propuestas a otro nivel, que tengan el nivel para estar en eventos como el Bogotá Fashion Week. Rápidamente los resultados han sido mejores de los esperados, a tal punto, que serán presentados en las semanas de la moda de ciudades como Nueva York y Madrid.

El cierre también estuvo a la altura, como la protagonizada por los diseñaos de la colombiana Isabel Henao.

Después de seis años, la diseñadora regresó a las pasarelas del Bogotá Fashion Week con una aplaudida colección llena de simbolismos y detalles especiales que destacaron su reconocida maestría en la creación y construcción en trajes de novia y vestidos de noche.

Se trata de ‘Garden by the sea’, una colección inspirada en los susurros del océano. En el movimiento de las mareas con reflejos metalizados que llevan la luz del sol en sus corrientes. Los tesoros de nácar de lo profundo y la fluidez serena del agua al atardecer traen mafces perlados y metalizados, que celebran a la mujer atemporal.

El tulle bordado, signo de la marca, denota formas orgánicas en hilos metalizados en plata y oro. Un guipiure cortado a mano para crear Fras de perlas en movimiento y texturas plisadas con detalles de brillo, se unen a líneas fluidas en crepe, saVn, mikado y jacquard matelasse con acentos de lurex.

En la paleta de color se destaca el perla, offwhite, metalizados y azules, recordando los tonos del mar y los destellos cálidos de la arena. Obis anudados con formas de flores como anemonas, orquídeas y violetas complementan las siluetas.

Accesorios de las marcas colombianas Bibi Marini y Yaquut acompañaron la colección, junto a los zapatos de Abela. Una colección para mujeres que huyen del exceso, pero adoran lo especial.

COLPRENSA