En un giro inesperado dentro del gabinete del presidente Gustavo Petro, Jorge Rojas, quien asumió recientemente la dirección del Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE), presentó su renuncia irrevocable apenas seis días después de asumir el cargo.
La decisión de Rojas se produce tras un polémico Consejo de Ministros transmitido en cadena nacional, donde se evidenciaron tensiones internas debido a los recientes nombramientos de Laura Sarabia como canciller y Armando Benedetti como jefe de despacho. Durante la reunión, varios ministros expresaron su inconformidad con estas designaciones, generando un ambiente de confrontación que dejó en evidencia fracturas dentro del equipo de gobierno.
«Lo ocurrido refleja nuestras debilidades y desafíos, pero también la determinación de un gobierno que quiere avanzar», afirmó Rojas al hacer pública su renuncia. El exfuncionario, cercano a Petro desde su gestión en la Alcaldía de Bogotá y pieza clave en la campaña del Pacto Histórico, destacó que el presidente necesita a alguien en el DAPRE que comparta plenamente su visión y enfoque.
Rojas también expresó su preocupación por la falta de claridad en la estructura del DAPRE y la dificultad para definir competencias dentro del gobierno. «Intenté buscar fórmulas para resolver estas contradicciones, pero no siempre es sencillo. El presidente requiere un apoyo que esté alineado con su perspectiva», agregó.
Esta es la segunda renuncia de alto perfil tras el Consejo de Ministros, sumándose a la de Carlos Alberto Carrillo Arenas, director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), quien también puso su cargo a disposición. Ambos casos reflejan un momento crítico para el gobierno de Petro, donde la cohesión del gabinete se encuentra en entredicho.
Analistas han calificado el Consejo de Ministros como un «reality show» político debido a la exposición pública de las tensiones internas. A pesar de las diferencias, Petro ha defendido sus decisiones, argumentando que «la transparencia fortalece la democracia».
Con la renuncia de Rojas, el gobierno enfrenta el desafío de recomponer su equipo directivo y recuperar la estabilidad interna en un momento clave para la implementación de su agenda política.