La mayor parte de los juegos de mesa, ya cuentan con sus versiones electrónicas o digitales que permiten que se puedan disfrutar desde cualquier tipo de pantalla.

Lo interesante, es que en los últimos años, pese al desarrollo tecnológico, viene creciendo las ventas y la búsqueda de estos juegos de mesa en su tradicional formato físico.

Desde el consultorio psicológico hasta los bares urbanos, estos clásicos reinventados no solo entretienen, sino que fortalecen vínculos, estimulan la mente y fomentan experiencias humanas más auténticas.

Además, se está convirtiendo en un tema de salud mental. Volver a este tipo de juegos, en su versión física, incentiva la concentración, pero también generar lazos sociales y familiares, lo que ayuda a la estabilidad social y contribuye a evitar temas como la ansiedad y los altos riesgos del estrés.

Hasbro, una de las compañías líderes en la creación de juegos de mesa, presenta nuevos lanzamientos como Detalles de Talla, una propuesta creativa y colaborativa que demuestra que el juego también puede ser una herramienta de bienestar emocional.

«La mejor manera en que los juegos de mesa pueden contribuir a la salud mental es porque une a la familia, genera espacios de participación, y permite el uso productivo del tiempo libre», explica la doctora Doris Escobar, psicóloga clínica con experiencia en colegios distritales de Bogotá. Más allá del entretenimiento, estos juegos fomentan el manejo emocional, la inteligencia, la memoria y habilidades sociales esenciales.

La psicóloga infantil Paula Andrea García Ospina refuerza esta visión: “Los juegos de mesa ofrecen un espacio seguro y estructurado para la interacción social. Activan funciones cognitivas como la memoria, la atención y la planificación, mientras que también reducen el estrés y fortalecen vínculos afectivos”.

En una sociedad hiperconectada pero emocionalmente distante, los juegos de mesa se han convertido en una excusa perfecta para reconectar cara a cara. Juegos como ‘Twister’, ‘Jenga’ o ‘Clue retan el cuerpo’, la mente y el espíritu competitivo en un ambiente relajado y compartido.

Según García, “Vivimos conectados digitalmente, pero muchas veces estamos desconectados emocionalmente. Los juegos de mesa permiten encuentros reales, sin pantallas de por medio.” Este retorno al juego físico representa un pequeño acto de resistencia frente a la soledad digital.

Los bares como Irreverente y restaurantes como Cinepolitana, también se están sumando a esta tendencia. Incorporar juegos de mesa en la oferta de entretenimiento se ha vuelto una forma efectiva de fomentar nuevas conexiones, reducir el uso del celular y ofrecer experiencias memorables. Hasbro, entendiendo esta necesidad de socialización tangible, lanza propuestas como Detalles de Talla, un juego para fiestas donde no necesitas saber dibujar, solo ser creativo y trabajar en equipo.

“Jugar en grupo fortalece la comunicación, permite reír, negociar, y desarrollar habilidades sociales”, dice la Dra. Escobar. “Hasbro está haciendo un trabajo importante al rescatar la tradición del juego, haciéndola relevante para nuevas generaciones sin perder su esencia”.

Desde clásicos como ‘Operando’, ahora con nuevos modos de juego y efectos sonoros, hasta propuestas modernas como ‘Monopoly Deal’ o ‘Hippos Glotones’, los juegos de mesa ofrecen una variedad de beneficios, como el estimular la motricidad fina (como Pulgas Locas o Jenga), fomentar el pensamiento estratégico (Clue, Monopoly Gamer Mario Kart, Battleship, Atomix), promover la empatía y la cooperación (Detalles de Talla, Adivina Quién, Conecta 4), y, sobre todo, ofrecen momentos de risa, creatividad y conexión humana.

«El juego no es solo entretenimiento. Es una oportunidad de volver a mirarnos a los ojos, de escuchar y compartir. Es una herramienta poderosa para el bienestar emocional, familiar y social», finalizó García.

Foto y noticia: Colprensa