Elí Mejía Mendoza, más conocido como “Martín Sombra”, uno de los exguerrilleros más temidos de las FARC y apodado durante años como “el carcelero de la guerrilla”, falleció en Bogotá, según confirmaron autoridades de salud. El excombatiente murió en el Hospital El Tunal, al sur de la capital, donde permanecía internado desde hacía varios días. Aunque no se ha emitido parte oficial sobre la causa de su muerte, se conoció que padecía un avanzado cuadro de diabetes.


El rostro del secuestro en Colombia

Mejía Mendoza fue durante décadas una de las figuras más sombrías del conflicto armado colombiano. Su nombre es recordado por haber sido el encargado de custodiar a secuestrados en los campamentos de las FARC, entre ellos a Íngrid Betancourt, Clara Rojas y otros retenidos emblemáticos. Su crueldad le valió el apodo de “carcelero” dentro de la propia estructura guerrillera, donde era temido por su trato implacable y su rol en centros de detención clandestinos en la selva.

Participó en operaciones armadas de alto impacto como la toma de Mitú (1998) y el ataque a la base militar de Girasoles, dos de las acciones más violentas ejecutadas por esa organización insurgente.


Su paso por la justicia y la JEP

Fue capturado en 2008, y tras el acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC en 2016, se acogió a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), donde reconoció su responsabilidad en crímenes como el reclutamiento forzado de menores y la creación de cárceles clandestinas.

Sin embargo, su situación judicial se complicó en 2020, cuando fue recapturado en el barrio Molinos de Bogotá, acusado de participar en el secuestro del ganadero Samuel Estupiñán en Caquetá (2017). Pese a esta nueva acusación, en julio de 2024 la JEP decidió mantenerlo en su jurisdicción, aunque el proceso por este caso seguía su curso en la justicia ordinaria. Hasta su muerte, enfrentaba dicho juicio en libertad, luego de que se vencieran los términos de su detención preventiva.


Un hombre clave en la historia de la guerrilla

Nacido en 1938, Mejía Mendoza se unió a las FARC en 1966 y fue uno de los hombres más cercanos a Manuel Marulanda Vélez, alias “Tirofijo”, máximo líder histórico del grupo insurgente. Su papel en la historia del conflicto armado colombiano lo convirtió en una figura central en el debate sobre la memoria, la justicia y la reparación de las víctimas del secuestro en Colombia.

Con su muerte, queda en el aire el curso del proceso penal que enfrentaba en la justicia ordinaria, y será ahora un juez quien determine el cierre o la continuación simbólica del expediente.

Por: Norberto Patarroyo L. | Nación Colombia – mayo 19 de 2025

Foto: Colprensa – Archivo / Policía Nacional de Colombia