La Gobernación de Antioquia advirtió que se quedó sin vacunas contra la fiebre amarilla y pidió al Gobierno enviar nuevos refuerzos. La última entrega se realizó el pasado 8 de abril, cuando el Ministerio de Salud envió 20.000 dosis. Desde entonces, no han recibido más biológicos para continuar la estrategia de prevención en zonas consideradas de alto riesgo.

Según datos del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), en total se han aplicado 115.762 dosis en el departamento. Sin embargo, la falta de disponibilidad actual impide continuar con la vacunación a la población mayor de nueve meses, tal como está establecido en los lineamientos del programa.

Aunque en Antioquia no se registra un caso positivo de fiebre amarilla desde hace 28 años, la Gobernación reiteró que se mantiene en alerta por tratarse de una enfermedad viral que puede transmitirse fácilmente en zonas con climas cálidos.

El Urabá antioqueño, el Bajo Cauca y el Magdalena Medio son las regiones que el Ministerio de Salud ha identificado como de alto riesgo. Allí, la circulación del mosquito transmisor y las condiciones ambientales propician un eventual brote.

La Administración departamental indicó que continuar con la estrategia de prevención depende del suministro oportuno de los inmunológicos. Advirtieron que la interrupción de la campaña podría dejar expuesta a parte de la población, especialmente en los municipios donde se concentran los mayores factores de riesgo.

Las autoridades esperan una pronta respuesta del nivel central para restablecer la aplicación de dosis y reforzar las acciones del PAI. La Gobernación concluyó que mantener la cobertura es clave para evitar reapariciones del virus en el territorio.