Con la aprobación de la reforma laboral hace tres meses, los empresarios colombianos empiezan a sentir sus efectos, y eso se traduce en cambios que pueden impactar directamente en el bolsillo y la estabilidad de muchas familias.

Una encuesta realizada por Fenalco a más de mil comerciantes en 25 ciudades del país revela que el 35% de las empresas planea reducir su número de empleados durante la segunda mitad del año. Esto significa que muchos podrían perder su trabajo o enfrentar condiciones laborales más difíciles.

El presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, señala que este panorama se debe a que la reforma ha aumentado los costos para los empleadores. De hecho, el 71% de los empresarios dice que estos nuevos gastos son altos o muy altos, lo que presiona a las empresas a buscar formas de ahorrar, muchas veces ajustando personal o horarios.

Además, un 5% de las compañías ya han cerrado total o parcialmente, lo que equivale a más de 60 negocios que dejaron de operar en estas semanas. Esta realidad preocupa al gremio, que está analizando qué sectores y tamaños de empresa son los más afectados.

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Otro tema que genera preocupación es el aumento del salario mínimo, que el gobierno planea subir un 11% por decreto. Para el 59% de los empresarios, esta medida podría agravar la situación, porque sumaría más costos a un momento ya complejo.

La reforma también modificó los recargos por trabajo nocturno, dominical y festivo, y casi la mitad de los encuestados afirma que estos cambios les generan un fuerte impacto financiero. Muchos empresarios advierten que estas condiciones podrían desincentivar la creación de nuevos empleos y aumentar la informalidad, lo que afecta la economía familiar y el acceso a beneficios laborales.

Sin embargo, hay un lado positivo: casi un tercio de los empresarios dice que la reforma los ha impulsado a invertir en tecnología para ser más eficientes y competir mejor.

Pero las dificultades no terminan ahí. Más de la mitad de los comerciantes asegura que sus precios se han vuelto menos competitivos por los mayores costos, y muchos han tenido que reducir sus horarios nocturnos o limitar la contratación de aprendices por las nuevas reglas, lo que también afecta la oferta de empleo para jóvenes.

Para controlar gastos, las empresas han empezado a ajustar horarios, recortar turnos nocturnos y congelar o reducir personal. Son medidas duras, pero que buscan mantener los negocios a flote y evitar cierres masivos.

Fenalco planea repetir esta encuesta cada tres meses para seguir de cerca cómo evoluciona esta situación y qué impacto real tiene la reforma en el empleo y la economía de todos los colombianos.

Foto: Colprensa