Un ciudadano estadounidense identificado como Eric Lars Kirkegaard, de 65 años, falleció en las últimas horas a las afueras de un hotel ubicado en el exclusivo sector de El Poblado, en Medellín.

El hecho ocurrió en la carrera 29 #1-203, cuando el turista se encontraba esperando un taxi frente al establecimiento. Según testigos, el hombre se desplomó de manera repentina, por lo que varias personas alertaron a las autoridades a través de la línea de emergencia 123.

De acuerdo con los reportes iniciales, al caer al suelo, Kirkegaard presentaba dificultad para respirar y quejidos, por lo que algunos transeúntes intentaron prestarle primeros auxilios. Sin embargo, al llegar los paramédicos, confirmaron que el ciudadano ya no tenía signos vitales.

Los profesionales de la salud evidenciaron además un hematoma en la cabeza y un leve sangrado, posiblemente causados por la caída.
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Autoridades no descartan un posible infarto

La administradora del hotel manifestó a la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá que el turista podría haber sufrido un infarto fulminante, aunque la causa oficial será determinada por el Instituto Nacional de Medicina Legal, tras la inspección técnica del cadáver por parte del CTI de la Fiscalía.

Las autoridades confirmaron que el cuerpo no presentaba signos de violencia, por lo que, de manera preliminar, se descarta la intervención de terceros en el fallecimiento.

Preocupación por muertes de extranjeros en Medellín

El deceso de Kirkegaard se suma a otros casos recientes que mantienen en alerta a las autoridades y al sector turístico del Valle de Aburrá. En octubre, un turista mexicano murió y cuatro de sus acompañantes resultaron intoxicados, presuntamente por el consumo de escopolamina, en un apartamento del barrio Simón Bolívar, en el municipio de Itagüí.

Según las investigaciones, los extranjeros habrían conocido a unas mujeres a través de una aplicación y se reunieron con ellas en un establecimiento de Laureles antes del incidente.

Estos hechos reflejan la necesidad de reforzar los controles de seguridad y la atención a los visitantes extranjeros que llegan a Medellín, ciudad que continúa siendo uno de los principales destinos turísticos del país.