La Alianza de Medios Independientes se dio a la tarea de indagar cómo han venido evolucionando las delincuencias organizadas que promueven la trata de personas y la prostitución, según hechos tipificados en el Código Penal colombiano.

Los responsables divulgan contenido a través de redes sociales y cadenas de WhatsApp, quienes incluso disfrazan su negocio por medio de un spa para darle apariencia de legalidad, cuando en realidad ofrecen servicios sexuales.

Es así que encontramos una fiesta clandestina en la que se promueve sexo grupal, que fácilmente puede ser un generador de enfermedades de transmisión sexual y convirtiéndose en un problema de salud pública.

Mediante una rifa que cuesta tan solo $5.000, varias mujeres prestan sus servicios mediante estas modalidades, ofreciendo ‘orgías’ en un supuesto spa en el barrio Campoalegre de Barranquilla. Algunas de ellas menores de edad, por lo general, por necesidad.

Así, esta actividad ilegal se ha transformado en una nueva modalidad de adulterio del siglo XXI.

«Hoy Colombia cuenta con la ley 985 del año 2005, en la que se establece que trata de personas es todo proceso de captación, traslado, acogida y recepción de personas con fines de explotación y señala siete finalidades de explotación», explicó Carlos Andrés Pérez, oficial de la ONU contra la Droga y el Delito para Colombia.

«Y se castiga con penas de prisión de 13 a 23 años a las personas que cometan esta conducta», destacó el funcionario.

Según esta entidad, el 92,4% de las personas escogieron las actividades sexuales como una opción debido a su situación económica. Y casi el 60 % de ellas solo reciben hoy entre 25.000 y 50.000 pesos por cliente.

La Alianza de Medios Independientes contactó a los promotores de esta comunidad sexual, en la que se promueven diferentes actividades: no solamente sexo grupal, sino también experiencias con personas del mismo sexo, además de fiestas temáticas de intercambio de parejas.

En la fachada del lugar, se anuncian diversidad de servicios como masajes, tratamiento estético y desintoxicación, entre otros. Pero al parecer esta sería una clara fachada para ocultar la verdadera esencia del establecimiento: una casa de lenocinio.

A continuación, este es el diálogo que uno de nuestros periodistas tuvo con una mujer del lugar:

-Periodista: Buenas tardes.
Anónima: Hola, buenas tardes.
-Periodista: Estoy interesado por la rifa.
Anónima: Mi amor, escríbeme por WhatsApp y te envío fotos.
-Periodista: No mi amor, háblame por acá, tengo dañado el WhatsApp y estoy interesado sobre la rifa.
Anónima: ¿Sobre la rifa?
-Periodista: Sí.
Anónima: La rifa tiene un costo de 5.000 pesos, el premio es una orgía con tres chicas y 20 cervezas.
-Periodista: Si quiero otros servicios, ¿También puedo?
Anónima: Si, claro lo que quieras, sexo lésbico e intercambio de parejas.
-Periodista: ¿Dónde están ubicados?
Anónima: Barrio Campoalegre (Barranquilla).
-Periodista: ¿Pero eso es un spa o una casa?
Anónima: Es una casa de citas, pero tiene un letrero de spa.
-Periodista: ¿Cuántas chicas están en la rifa?
Anónima: Somos 10 chicas.
-Periodista: ¿De qué edad son las chicas?
Anónima: Como tú la quieras, entre 17 a 23 años.