La encuesta más reciente de TransUnion efectuada a 973 consumidores colombianos, entre el 2 y el 9 de junio de 2021, reveló que el 59% de los ciudadanos afirman estar siendo afectados financieramente por el COVID-19, un aumento de nueve puntos porcentuales con respecto al sondeo de marzo.

El impacto de la crisis continúa sintiéndose con mayor fuerza por los consumidores de menores ingresos, con el 76% de los hogares con ingresos mensuales inferiores a $1 millón pues indicaron un sensible impacto financiero.

Esto se compara con el 56% de los hogares de ingresos medios (ingresos mensuales entre $1 millón y $3 millones) que indican un impacto financiero actual y el 47% de los hogares de ingresos más altos (ingresos mensuales superiores a $3 millones).

Pese al aumento en los hogares colombianos que se han visto afectados financieramente por la pandemia, los consumidores muestran signos de optimismo, con un porcentaje significativo de consumidores planeando solicitar un nuevo crédito o refinanciar uno existente durante el próximo año.

Sobre todo la población millennials y los consumidores de mayores ingresos. Además, se observan indicios de que el fraude digital relacionado con la pandemia está disminuyendo.

Más cifras

El porcentaje de consumidores que espera que la pandemia afecte negativamente los ingresos de su hogar en el futuro aumentó de 29% en marzo a 32% en junio, mientras que el porcentaje de personas que por su situación financiera se clasifican como ‘en limbo’ aumentó de 28% en marzo a 33% en junio.

Los hogares de menores ingresos continúan siendo los más afectados por el COVID-19, en un contexto en que los recortes de empleo, así como la disminución de salarios y de horas de trabajo, continúan generando impactos económicos negativos para muchos colombianos.

En la encuesta más reciente, el 41% de los consumidores encuestados dijo que alguien en su hogar había perdido su empleo (frente al 36% en marzo de 2021), y para los consumidores de menores ingresos este porcentaje aumenta hasta el 53%.

Adicionalmente, un 35% de los encuestados afirmó que a un miembro de su hogar se le redujo su salario y un 24% declaró que a un miembro de su hogar le habían reducido las horas de trabajo.

En general, al 90% de los consumidores afectados les preocupa su capacidad para pagar sus obligaciones financieras, y el 51% prevé que no podrá pagar al menos una de sus obligaciones en su totalidad. Esta cifra es ligeramente superior (55%) entre los hogares de menores ingresos.

El fin de los programas de alivios financieros también podría conducir a un aumento adicional de las dificultades financieras, ya que el 43% de los consumidores afirman que están algo (35%) o nada (8%) preparados para cuando finalice el período de alivio.

Optimismo

Sin embargo, el 81% de los encuestados dijo que se siente optimista sobre el futuro. Cuando se les preguntó por su situación financiera, más de la mitad (53%) se caracterizaron como esperanzados: Lo que significa que, aunque los ingresos de su hogar han disminuido, creen que sus finanzas se recuperarán.

Mientras que el 33% se caracterizaron como en limbo, ya que sus ingresos familiares han disminuido y no están seguros o dudan de su capacidad para recuperarse financieramente.

Acceso al crédito sigue siendo importante 

Los encuestados indicaron que el acceso al crédito sigue siendo un factor importante para su bienestar económico. El 65% coincide en que la capacidad de acceder al crédito es importante para alcanzar sus objetivos financieros, pero solo el 29% considera que actualmente tiene acceso suficiente al crédito.

A pesar de la importancia del crédito para los consumidores, el 46% de los encuestados consideró solicitar un nuevo crédito o refinanciar uno existente pero decidió no hacerlo debido a la preocupación de que sus solicitudes fueran rechazadas por su historial crediticio (18%), o por su situación laboral (27%).

Sin embargo, el 42% de los encuestados indicó que tiene la intención de solicitar un nuevo crédito o refinanciar un producto existente. La proporción de millennials y consumidores de mayores ingresos que planean refinanciar o abrir nuevas líneas de crédito es mayor con un 49% y un 53%, respectivamente.