Más de 1.3 billones de streams suman las más de 150 canciones que la colombiana Ali Stone ha realizado para una gran cantidad de artistas en sus ya diez años de carrera artística como productora de personalidades de la talla de Diplo, Major Lazer, RBD, Danna Paola, Manuel Turizo, Sofía Reyes, así como Andrés Cepeda y Fonseca.

Pese a sus ocupaciones realizando música para otros artistas, mantiene su proyecto artístico personal que la ha llegado a ser nominada a los Latin Grammy, con álbumes como ‘Pandora’, y hace tan sólo algunas semanas presentó ‘A Través del Espejo’, un álbum conceptual, íntimo y cinematográfico que explora el tiempo, la identidad y el subconsciente desde un universo onírico inspirado en ‘Through the Looking-Glass’ del autor Lewis Carroll.

Con una producción íntegramente autoral, ‘A Través Del Espejo’ es una obra en la que Ali Stone reafirma su dominio creativo: escribió, produjo, interpretó todos los instrumentos, mezcló y masterizó cada una de las once piezas del álbum.
UN ÁLBUM ÚNICO

Lanzó su nuevo trabajo discográfico en el formato físico del vinilo…

Siento que es un álbum tan conceptual y tan único, con una narrativa tan específica que el vinilo le queda perfecto y hace parte del engranaje, que cuenta con muchos detalles que lo hacen único. Todo lo hice pensando en una experiencia inmersiva.

Como artista y como oyente, ¿qué significa el formato del vinilo?

La verdad me encanta por la fidelidad de audio, lo más dinámico, la música no está sobre comprimida, ni sobre limitado como se hace hoy en día en la música de streaming. Aparte me encanta como colección, que viene de mi familia, porque mis papás tienen su propia colección de vinilos, entre Beatles, Pink Floyd y Black Sabbath, mientras que mi mamá  tiene la colección de Abba y Bonnie M, hasta Julio Iglesias. Un montón de cosas que se mantienen atemporales.

Un álbum que inicia hablando de ‘Pandora’, su disco anterior…

‘Pandora’ para mí fue como verme al espejo y ahí arranca la premisa de este nuevo álbum cuando me pregunto: «¿Qué pasa si ahora atravieso el espejo?» Y ahí arrancó todo, porque es una especie de secuela de ‘Pandora’, porque básicamente continúa la historia, pero a la vez, tiene su historia independiente.

¿Todo fríamente calculado?

Creo que la parte fríamente calculada viene de la intención, porque yo con mi música siempre he dicho que quiero que tenga una intención y un propósito, le huyo un poco a hacer música como porque sí, como que si no hay algo que verdaderamente quiera comunicar, como que me cuesta mucho, sobre todo para mi proyecto de artista.

Con ‘Pandora’, que fue tan conceptual y la historia tan mágica, que incluso yo sentía que me encantaría poder continuar, pero quería darme un tiempo, había dicho que este año no sacaría música y sólo trabajaría para otros artistas, pero el 16 de enero, a las 4 de la mañana se me ocurrió el concepto de este álbum, de la nada, y que terminará con el tiempo convirtiéndose en una trilogía.

En tiempos donde la industria musical hace que todo pase muy rápido…

Este álbum yo lo hice en menos de un mes, pero creo que la complejidad musical que hace parte de este álbum viene de años, de lo que me he formado musicalmente desde hace 28 años, por todas las etapas que he pasado en mi vida.

Este álbum va un poquito en contra de las dinámicas de la industria, buscando generar una experiencia distinta, con intros de 30 segundos instrumentales, solos de guitarra, de teclado, cosas poco convencionales en lo que se encuentra en la música comercial.

Tengo canciones que duran hasta seis minutos, con una variedad de géneros que llega hasta el metal progresivo. Quiero darle a la gente esa capacidad de desconectarse un poco de la inmediatez que viven en la actualidad.

Hace música para otros artistas, donde sí debe jugar con las reglas de la industria de la música…

Con mi proyecto personal tengo absoluta libertad, que desde la independencia lo puedo hacer, con ideas muy locas, pero con otros artistas, la finalidad es escribir para ellos, produciendo para ellos y que suenen a ellos.

Es muy chévere que justo los artistas con los que me gustan para trabajar, me dicen que yo tengo una mente más ecléctica y que me buscan cuando quieren buscar algo diferente. Les puedo proponer cambios armónicos, instrumentación medio inesperada o propuesta medio crossover.

¿Riñen estas dos facetas artísticas?

No, la verdad siento que las tengo muy bien separadas. Creo que tal vez porque sé con tanta claridad lo que quiero para mi proyecto, mientras que con otros artistas puedo ser muy camaleónica, ponerme en los zapatos del otro y tener esa empatía musical.

Hay productores buenísimos, pero que los artistas que ellos producen terminan sonando todos igual, pero el verdadero test de un buen productor es que sea tan camaleónico que el artista suene al artista.

Además,  trabajar en la música para otros artistas, te sacan de tu zona de confort, te retan a explorar otros géneros musicales, instrumentos, y en esa exploración, terminas nutriendo tu propio proyecto musical.

Cuando yo recién me mudé a Los Ángeles y estaba produciendo para otros,  un productor super famoso me dijo que debería solo enfocarme en un género, como la manera más fácil de mostrarme en la industria. Pero me pareció aburrido y mi sueño es hacer de todo.

Por Sergio Villamizar D.

Foto y noticia: Colprensa