Las autoridades de Medellín presentaron este viernes 19 de diciembre material audiovisual captado por cámaras de seguridad ubicadas dentro y en los alrededores del estadio Atanasio Girardot, con el que lograron identificar a 45 personas que serían presuntamente responsables de los desmanes y del ingreso masivo de pólvora durante la final de la Copa Colombia entre Atlético Nacional e Independiente Medellín.
Los hechos ocurrieron la noche del 17 de diciembre y dejaron un balance que las propias autoridades calificaron como grave: 61 personas resultaron heridas, entre ellas nueve policías. Los disturbios se registraron en medio de un evento que había sido anunciado como una jornada deportiva de carácter familiar.
Durante los incidentes, periodistas y funcionarios públicos también resultaron afectados. Medios de comunicación como Telemedellín y Win Sports denunciaron agresiones contra sus equipos de trabajo, al igual que entidades como el Inder y la Policía Nacional, cuyos funcionarios se encontraban cumpliendo labores en el escenario deportivo.
Como resultado del análisis de los registros de video, la Administración Distrital dio a conocer un cartel con los rostros de 45 personas que serían señaladas no solo por los actos violentos, sino también por facilitar o ejecutar el ingreso de una cantidad significativa de pólvora al interior del estadio.
Los hechos han generado cuestionamientos sobre las fallas en los controles de seguridad, teniendo en cuenta que el partido contaba con un amplio dispositivo de logística, vigilancia privada, cámaras de seguridad y presencia de uniformados de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá. Todo esto ocurrió pese a que, días antes del encuentro, las autoridades habían anunciado medidas especiales de seguridad para el evento.
Ante la magnitud de los disturbios y las afectaciones registradas, la Administración Distrital informó que la próxima semana presentará ante la Comisión Local de Seguridad, Comodidad y Convivencia en el Fútbol un paquete de sanciones que incluiría medidas individuales y colectivas contra los responsables identificados.
Mientras avanzan las investigaciones, persisten los interrogantes sobre las responsabilidades adicionales que podrían derivarse por el ingreso de material explosivo a un evento deportivo masivo, en un escenario con controles anunciados y supervisión permanente.




