Fernando Carpena, presidente de la Real Federación Española de Natación, declaró este jueves que el reto que se marca desde la entidad que dirige es poder organizar un Mundial en 2031 con un «proyecto innovador que siga las nuevas tendencias y atienda a la sostenibilidad y al impacto de la huella del agua» y, sobre todo, deje «un gran legado».

Fernando Carpena dirige la RFEN desde finales de 2008 y, tras su última reelección hasta 2028, se ha convertido en el segundo presidente con más duración en el cargo tras Bernat Picornell (1933-1968).

«Los retos de World Aquatics son nuestros retos pero, en este caso, circunscritos a un territorio específico que tiene sus peculiaridades. Tenemos el reto de enganchar a los aficionados casuales para que sean fanáticos. Ese reto no es único, hay que aprovechar las oportunidades que vienen con la organización de eventos», dijo Carpena, durante una ponencia en el Sports Summit Madrid.

El camino hacia el Mundial de 2031
El presidente de la RFEN dijo que tienen «un proyecto extraordinario» al que le «falta culminar complicidades» para poder organizar en España el Mundial de 2031.

«Queremos que sea un proyecto innovador que siga las nuevas tendencias y atienda a la sostenibilidad, efectividad e impacto de la huella del agua. Son un compendio de objetivos a cumplir pero el Mundial de 2031 seria una palanca que permitiera un proyecto estatal y que implicaría a muchos territorios. No sería una sede y un lugar para que disfruten solo del espectáculo, sino para que en esos territorios se crezca en conocimiento y apoyo a la natación. Nuestro gran reto pasa por ese Mundial», confesó.

Ese posible Mundial de 2031 serviría como «palanca para demostrar que somos capaces de organizar» un gran evento pero también debe tener «un objetivo como legado con muchos programas sociales que se pueden hacer y que ayudarían a que surjan otros deportes acuáticos en España basados en la conciencia». EFE

Foto y noticia: Agencia EFE