En el marco de la implementación de la Política Nacional de Salud Mental y la Política Integral para la Prevención y Atención al Consumo de Sustancias Psicoactivas, el Ministerio de Salud y Protección Social promueve el uso de los primeros auxilios psicológicos como herramienta de prevención en salud mental, que ha demostrado su pertinencia y efectividad durante la pandemia de covid-19 para brindar apoyo emocional a la población de todo el país, de manera virtual, telefónica y presencial.

Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles, destacó la importancia de la aplicación de primeros auxilios psicológicos, ya que «con ellos se ayuda a la persona a superar la etapa crítica, comprender lo sucedido, expresar sentimientos, facilitar la búsqueda de soluciones y apoyo familiar, social o institucional, recuperar el funcionamiento y estabilidad emocional que tenía antes del incidente y prevenir la aparición de trastornos mentales».

Además, permite encontrar nuevas formas de percibir, pensar y sentir lo sucedido, desarrollar habilidades de afrontamiento efectivo, autoestima, asertividad y solución de conflictos.

Bautista explicó que los primeros auxilios psicológicos son una intervención de primera instancia, inmediata, provisional y de corta duración, dirigida a cualquier persona que presente una crisis emocional. Estos suelen realizarse en el mismo lugar del suceso por parte de cualquier persona suficientemente entrenada y formada para proporcionar apoyo, reducir el peligro de lesiones, agresiones o muerte (homicidio o suicidio) y enlazar con fuentes de apoyo y canalización hacia los servicios de salud mental, en caso de ser necesario.

En lo corrido de 2021, ya son alrededor de 150 profesionales de las Direcciones Territoriales de Salud y del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente los capacitados.

En el último año, con el apoyo de la Universidad El Bosque, la cartera de Salud formó para brindar primeros auxilios psicológicos desde la teleorientación a más de 5.000 profesionales y técnicos del sector salud, así como de otros sectores, como del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y la Agencia para la Reincorporación y la Normalización.

Una de las ventajas que ofrecen los primeros auxilios psicológicos es la posibilidad de resolver la crisis emocional rápidamente, sin necesidad de congestionar los servicios de salud mental, por lo que el Ministerio de Salud habilitó, desde el año pasado, la Línea 192 – opción 4.

A través de esta «hasta la fecha se han realizado más de 18.800 intervenciones de teleorientación, utilizando esta herramienta con personas de todas las edades y de todas las regiones del país. Desde la plataforma www.way.com se han realizado más de 1.200, y las líneas territoriales, hasta agosto de 2020, habían realizado más de 4.300 intervenciones usando primeros auxilios psicológicos», afirmó Bautista.

 

 

Metodología de primeros auxilios psicológicos

Es importante recordar que los primeros auxilios psicológicos pueden ser aplicados por cualquier persona debidamente entrenada, de manera inmediata y en el lugar donde ocurre la emergencia; no requiere de espacios formales como consultorios, pero en la medida de lo posible debe buscarse un sitio cómodo y tranquilo, que permita la privacidad.

La funcionaria agregó que «pueden aplicarse en personas con crisis de ansiedad, ataques de pánico, duelos no resueltos, depresión, estrés postraumático, entre otros, mientras se accede a la atención especializada» y enfatizó que, «si el auxiliador está afectado emocionalmente y esto reduce la seguridad que debe transmitir o su imparcialidad, debe reconocerlo y abstenerse de realizar la intervención».

Para aplicar primeros auxilios psicológicos se deben tener en cuenta las siguientes indicaciones:

Paso 1 / Empatía: lograr que la persona se sienta activamente escuchada, aceptada, comprendida y apoyada. Esto reduce la intensidad del aturdimiento emocional y reactiva la capacidad de resolución de problemas.

Paso 2 / Evaluación de la situación: Indagar sobre el presente (qué sucedió, qué siente la persona, qué piensa y qué puede hacer); el pasado inmediato, acontecimientos desencadenantes de la crisis emocional (quién, qué, dónde, cuándo, cómo); el futuro inmediato (identificar posibles riesgos y definir soluciones inmediatas).

Paso 3 / Sondeo de alternativas y curso de acción: acompañar a la persona para encontrar alternativas a las necesidades inmediatas y a las que pueden dejarse para después. Se puede definir un curso/plan de acción a seguir con metas a corto plazo.

Paso 4 / Iniciar acciones concretas: ayudar a la persona a ejecutar una acción concreta. Implica asumir una actitud facilitadora orientadora o de asistencia y direccionamiento, de acuerdo con las circunstancias.

Paso 5 / Seguimiento y retroalimentación: mediante un encuentro posterior, teléfono, email, etc.