La voleibolista Madelaynne Montaño Caicedo, considerada la voleibolista más importante de la historia de este deporte en Colombia, está en proceso de preparación física y evaluación para regresar de nuevo a las canchas, lo cual se espera suceda a mediados del año.

Sus planes para el periodo de verano es acompañar a la Selección Colombia femenina de voleibol, que participará en el mundial a disputarse en septiembre en Países Bajos. Su ilusión no es estar en este evento como invitada, sino como una de las integrantes del plantel.

Mientras tanto, la deportista de 39 años está terminando sus estudios de psicología en Miami Dale (Estados Unidos) y, a la par, toma los cursos de entrenadora de la FIVB para poder en algún momento transmitir de manera metódica sus conocimientos.

Montaño Caicedo tiene claro que no quiere observar este momento histórico desde la televisión. Madelaynne indicó que siempre está dispuesta a aportar desde su experiencia al voleibol y la juventud.

«El equipo ha mostrado una gran madurez y resiliencia y los resultados son el sello de que se ha venido trabajando bien, con un grupo que lleva jugando 10 años juntas», expresó Montaño.

Y es que, según dicen quienes la conocen más a fondo, la jugadora es una líder dedicada y apasionada dentro y fuera de la cancha, reconocida por su gran capacidad para lograr objetivos y llevar a los equipos al éxito. No en vano tiene 23 años de experiencia en esta disciplina.

El 13 de agosto del año anterior, Madelaynne fue condecorada por el Congreso de la República, como máxima referente del voleibol colombiano femenino. Un reconocimiento sin precedentes en esta disciplina.

Madelaynne ha obtenido a lo largo de su carrera más de 37 medallas, entre ellas la de subcampeona en el Mundial de clubes en Qatar 2012, y subcampeona de la Liga de Campeones europea 2013, en donde fue galardonada como mejor anotadora.

A su vez, ha sido reconocida en diferentes ocasiones como la jugadora más valiosa, incluyendo en Campeonato Sudamericano Mayores en 2013 Ica, Perú siendo la única jugadora en la historia del certamen que ha recibido dicho reconocimiento sin disputar la final.