En las últimas horas, el gobierno ruso aprobó sanciones contra el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el secretario de Estado, Antony Blinken.

«En respuesta a la lista de sanciones sin precedentes, que prohíben, entre otras cosas, la entrada a EE.UU. de los altos funcionarios de Rusia, desde el 15 de marzo de este año el presidente Joe Biden, el secretario de Estado Antony Blinken, se incluyen en la lista recíproca de vetos rusos», indica la nota.

Entre los altos funcionarios sancionados por Rusia también figuran el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd James Austin; y el presidente del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley.

Al igual que la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki; el director de la CIA, William Burns; y el consejero de Seguridad Nacional de la Administración Biden, Jacob Sullivan.

En la lista de figuras sancionadas, según el Ministerio de Exteriores de Rusia, aparecen los nombres de 13 funcionarios de EEUU.

La decisión

La Cancillería rusa anunció además que «en un futuro próximo aparecerán nuevos anuncios sobre la ampliación de la lista de sanciones, mediante la inclusión de altos funcionarios estadounidenses, militares, legisladores, empresarios, expertos y personalidades de los medios de comunicación rusófobos».

«Este paso, emprendido en calidad de reacción simétrica, fue una consecuencia inevitable del curso extremadamente rusófobo tomado por la actual administración de EE.UU.», indica el comunicado de la Cancillería rusa.

«La cual, en un intento desesperado por conservar la hegemonía estadounidense, apostó por una contención frontal con Rusia, dejando a un lado todas las normas éticas»,

El Ministerio destacó que, no obstante, Moscú no renunciará «a mantener enlaces oficiales» con las personas sancionadas, siempre y cuando esos encuentros respondan a sus intereses nacionales.

«Si resulta necesario, resolveremos los problemas derivados del estado de las personas que figuran en esa ‘lista negra’, para organizar contactos de alto nivel», destacan los autores del documento.

El Ministerio subrayó que esas acciones se llevarán a cabo en unidad orgánica con decisiones a gran escala tomadas por el gobierno de la Federación de Rusia en las esferas financiera, bancaria y de otro tipo para proteger la economía rusa y garantizar su desarrollo sostenible.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció en la madrugada del 24 de febrero el lanzamiento de una operación militar especial en Ucrania, alegando que las Repúblicas de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al genocidio por parte de Kiev.

Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es «la desmilitarización y la desnazificación» de Ucrania.

Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.

Numerosos países, con excepciones como China, condenaron en términos enérgicos la intervención de Rusia en Ucrania y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales.

Con la información de Sputnik