Se llevó a cabo este miércoles festivo, en el Día de la Independencia, la posesión de los nuevos 296 congresistas de sus cargos: 108 estarán en el Senado y 188 en la Cámara de Representantes. El presidente, Iván Duque Márquez, fue abucheado en su último discurso en el capitolio.

Los parlamentarios, quienes estarán en el periodo 2022 – 2026, juramentaron defender la Constitución, respetar las leyes, y legislar para un país dividido. El mismo que por primera vez tendrá un Gobierno de izquierda, a cargo del presidente electo Gustavo Petro.

La división en el recinto fue tan notoria que no se recuerda en los últimos 20 años un discurso de un presidente tan polémico como el que dio Iván Duque Márquez, quien durante algo más de 30 minutos se dirigió por última vez en el Capitolio.

Abucheos, aplausos, gritos, interrupciones y toda una algarabía ante lo que fue, para los miembros del Pacto Histórico, el cierre del nefasto Gobierno de un mandatario que le dio la espalda al país y que se vanaglorió de hechos que no sucedieron y logros intangibles.

Ante esto, Duque sacó provecho de la mala memoria e hizo alusión, entre otras cosas, de los avances en la política de paz; mientras que la oposición mostraba, de manera vehemente, carteles de las víctimas de los falsos positivos

Y mientras hablaba, por instantes tuvo que levantar la voz para hacerse respetar, Roy Barreras, el nuevo presidente del Senado, caminó por el recinto, incrédulo de lo que estaba escuchando.

Por su parte, Rodolfo Hernández, quien fue segundo en las últimas elecciones presidenciales y asumió su rol como senador por el estatuto de la oposición, quedó atónito por un desorden al que no está acostumbrado.

A su vez, María Fernanda Cabal, lideresa del Centro Democrático, que dejó de ser partido de Gobierno, hizo conocer su notorio fastidio con cada una de las palabras de Duque y al gabinete del actual mandatario, apelando a las arengas para opacar la notoria protesta de las mayorías.

De un lado, la oposición, que el 7 de agosto pasará a ser mayoría, con afiches de los rostros de quienes han muerto desde la firma del Acuerdo de Paz. Del otro, la colectividad de Gobierno y las pancartas con imágenes de los desastres que se produjeron en las protestas de 2021.

Ambiente tenso

Contrastes y un estado de nerviosismo casi histérico, a tal punto que Duque tuvo que parar varias veces ante un coro fuerte que le decía «mentiroso, mentiroso» mientras seguía con cada uno de los puntos de su discurso. Luego, simplemente se retiró del lugar.

«Esperábamos que, siendo la última vez que se iba a dirigir al Congreso, lo hiciera con una alocución sensata y de reconciliación. Pero no. Fue la lectura de logros irreales, de un país de maravilla que no existe», apuntó Clara López, senadora del Pacto Histórico.

Ya en los corredores del Congreso, en esas charlas de pasillos, se notó la molestia de la gran mayoría de nuevos parlamentarios por la actitud del presidente Duque, incluso de quienes hicieron parte de su bancada los últimos cuatro años.

No en vano, miembros del partido Centro Democrático se reunieron posteriormente para hablar del futuro de la colectividad, charla liderada por la senadora Paloma Valencia.

«Haremos una oposición responsable y con argumentos. No dejaremos que las voces de los colombianos no sean escuchadas», expresó Miguel Uribe, el senador más votado del Centro Democrático.

Además, hizo énfasis en que no se trata de oponerse por oponerse, sino de mantener una línea democrática que haga contrapeso a las reformas que desea implementar el Gobierno entrante.

Así quedaron las nuevas mesas directivas

Luego del espectáculo con un toque circense, senadores y representantes se dirigieron a sus respectivas plenarias para elegir a las mesas directivas de cada corporación.

En cuanto a Senado, la única papeleta que apareció fue la de Roy Barreras, por lo que se entendió una decisión unánime para que el parlamentario asumiera la presidencia.

Miguel Pinto, del Partido Liberal, será el primer vicepresidente, mientras que Honorio Henríquez, del Centro Democrático, será el segundo, como le corresponde a la oposición.

En Cámara sucedió algo peculiar y no hubo votación por más que en los pasillos se ratificara lo que era conocido: David Racero, del Pacto Histórico, sería la persona para regir el primer año.

El problema en la plenaria radicó en las dudas sobre la elección del secretario general de la Cámara que, según los acuerdos, iba a ser Jaime Lacouture, actual magistrado del Consejo Nacional Electoral y a quien el Congreso en pleno debía de aceptarle su renuncia para poder aspirar.

Ante las dudas de que Lacouture esté inhabilitado, Carlos Ardila, que presidió la sesión, levantó la plenaria a la espera de que Senado eligiera su mesa directiva y que el nuevo presidente del Congreso convocará a ambas corporaciones.

Lo anterior para aceptar la renuncia y darle vía libre a Cámara para que elija sus dignidades. Una novela completa en pleno aniversario de la Independencia (212 años), otro capítulo de la larga serie que apenas inicia.

Con la información de Sputnik