El informe más reciente del Programa Conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), reveló que la mitad de los establecimientos de salud del mundo no tienen o carecen de aseos y de servicios básicos de higiene, precindiendo entre otras  de agua y jabón o desinfectante hidroalcohólico en las instalaciones, en el que se brinda atención a los pacientes.

De este manera, los cerca de 3850 millones de personas que asisten a estos establecimientos, s even expuestos al riesgo de contraer infecciones, virus y bacterias, más aún si se tiene en cuenta que 688 millones son atendidos en establecimientos donde no hay ningún tipo de servicio de higiene o protocolos de bioseguridad.

La Directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, Dra. Maria Neira, expresó: «La existencia de instalaciones y prácticas de higiene en los establecimientos de salud es innegociable. Es imprescindible mejorarlos de cara a la preparación y la prevención frente a las epidemias y la recuperación tras ellas, pero no podremos avanzar si no se incrementan las inversiones en medidas básicas como el agua no contaminada, los aseos limpios y la gestión sin riesgos de los desechos de las actividades de atención de salud. Animo a los Estados Miembros a intensificar sus esfuerzos por llevar a la práctica el compromiso adquirido en 2019 por la Asamblea Mundial de la Salud de reforzar los servicios de agua, saneamiento e higiene en los establecimientos de salud, así como por hacer un seguimiento de dichos esfuerzos».

En el informe sobre los progresos realizados en el periodo 2000–2021 en materia de agua, saneamiento e higiene en los establecimientos de salud, que se centra especialmente en su utilidad para prevenir y controlar las infecciones, se establecen por primera vez unas referencias aplicables a todo el mundo sobre los servicios de higiene. Gracias a que, en esta ocasión, el número de países que han proporcionado datos sobre elementos esenciales de los servicios de agua, saneamiento e higiene en sus hospitales y establecimientos de salud ha sido más alto que en los informes anteriores, se han podido establecer estas referencias relativas al acceso en los puntos de atención de salud y los aseos. Actualmente se dispone de datos sobre los servicios de higiene procedentes de 40 países, que abarcan el 35% de la población mundial, mientras que en 2019 y 2020 solo se tenían datos de 14 y de 21 países, respectivamente.

Estas nuevas estimaciones ponen de manifiesto un panorama claro y más alarmante sobre la situación de la higiene en los establecimientos de salud. Aunque el 68% de ellos disponen de estas instalaciones en los lugares donde se atiende a los pacientes y el 65% cuentan con puntos para lavarse las manos con agua y jabón en los aseos, solo el 51% dispone de ambos recursos y, por consiguiente, cumple los criterios establecidos para los servicios básicos de higiene. Otro dato revelador es que uno de cada 11 establecimientos de salud (el 9%) no dispone de ninguno de estos recursos.

Kelly Ann Naylor, Directora del Grupo de Programa sobre Agua, Saneamiento e Higiene y Clima y sobre Medio Ambiente, Energía y Reducción del Riesgo de Desastres del UNICEF, ha señalado: «Si los trabajadores de la salud no tienen acceso a servicios de higiene, no se puede decir que se presta atención de salud los usuarios de estos establecimientos. Los hospitales y dispensarios que carecen de agua no contaminada y servicios básicos de higiene y saneamiento pueden ser una trampa mortal para las embarazadas, los recién nacidos y los niños. Cada año, cerca de 670000 neonatos fallecen a causa de infecciones. Es una enorme tragedia, sobre todo teniendo en cuenta que estas defunciones se pueden prevenir».

En el informe se señala que los ambientes y las manos contaminadas son una fuente importante de transmisión de patógenos y de generación de resistencias a los antimicrobianos en los establecimientos de salud. Para mejorar los programas de control y prevención de las infecciones es fundamental dotar de más acceso a puntos para lavarse las manos con agua y jabón e higienizar el entorno. Se trata de medidas imprescindibles a fin de prestar una atención de calidad, sobre todo para el parto sin riesgos.