Desde hace más de un año y medio los términos pandemia y epidemia se volvieron recurrentes a raíz de la expansión del virus COVID-19 por los diferentes países del mundo. Recientemente la palabra endemia ha ingresado de manera esperanzadora a los discursos relacionados con la enfermedad de covid-19.

Julián Fernández, director de Epidemiología y Demografía del Ministerio de Salud, precisó que cuando se habla de una epidemia, se refiere al incremento del número de casos por encima de lo esperado para una región específica, en un momento específico en el tiempo, y de un evento de interés en salud pública.

«Algunas epidemias pueden llegar a tener una alta propagación geográfica. Una pandemia es una epidemia que alcanza una alta propagación en varios continentes», dijo Fernández en lo que respecta a este tema.

Mientras que la endemia es un evento de interés en salud pública, por lo general una infección, que tiene un comportamiento dentro de un umbral, como cambios esperados de acuerdo con lo observado históricamente para una región y periodo específico, es decir, que tiene comportamientos estacionales con picos en ciertas épocas del año y que se presentan todos los años.

Sin embargo, existe la posibilidad que en una enfermedad endémica se presenten epidemias, como sucede con el dengue, la malaria o las infecciones respiratorias, en algunos momentos del año, debido a diferentes condiciones.

Son estas las climáticas, que pueden ocasionar valores por encima de lo esperado para una región y lapso específico. Es decir, una vez conocido el comportamiento histórico podrían presentarse ascensos dentro de esa tendencia ya conocida en ciertas regiones.

La pandemia de COVID-19 ha tenido un alto impacto en salud pública. Pese a ello, se espera que, al igual que con otros virus respiratorios, este comience a tener un comportamiento endémico.

«El gran desafío que tenemos es discutir qué es un nivel aceptable. La aparición de nuevas variantes hace que, incluso con altas coberturas de vacunación, pensar en un cero covid es técnicamente, si no imposible, sí muy difícil al menos a corto y mediano plazo», acotó Fernández.

Por esta razón, muchas de las estrategias están enfocadas en controlar el impacto del virus y la reducción de casos graves como la muerte, hospitalización y secuelas crónicas de la enfermedad.

Plantear qué es aceptable depende de reconocer y comparar con otras infecciones respiratorias que tienen comportamiento endémico y con picos estacionarios, cuánto es el nivel que la sociedad aceptará.

Lo que sigue

Para el director de Epidemiología y Demografía de la cartera de Salud se debe mantener la vigilancia epidemiológica, el monitoreo y respuesta rápida, aunque el covid-19 se convierta en endemia. Asimismo, se hace necesaria la continuidad de algunas medidas básicas de autocuidado, que sirven, incluso, para prevenir otras enfermedades.

El tema del uso del tapabocas es una gran discusión que se dará y que en Colombia aún es prematura tenerla. Aunque lo más importante es que las personas con infecciones respiratorias deberán seguir aislándose sea o no sea covid, para evitar la propagación de la enfermedad, como es lo normal en otros países.

Particularmente, las vacunas tienen una alta efectividad para prevenir las formas graves y para reducir el contagio. En esa medida, se requiere que las coberturas crecientes de vacunación a nivel mundial sean equitativas, sumadas a la inmunidad natural dada por la exposición al virus, para tener en primera instancia una protección colectiva a las formas más graves.