El presidente electo Gustavo Petro, quien asumirá el cargo el próximo 7 de agosto, sorprendió este martes a propios y extraños con el anuncio de otras tres personas que harán parte del Gobierno entrante, todas de origen indígena.

La primera de ellas es Leonor Zalabata, la nueva embajadora de Colombia ante la Naciones Unidas, en Nueva York. Es una lideresa arhuaca, conocida por su lucha por la preservación de la Sierra Nevada de Santa Marta y los resguardos de las comunidades indígenas.

«Mi formación y mi dedicación a los derechos humanos es de base, desde los territorios, desde el pueblo arhuaco, donde las comunidades indígenas y autoridades hemos tratado siempre de un diálogo que nos permita la paz», comentó en Blu Radio.

«Los pueblos indígenas hemos logrado en la historia de los estados permanecer, lo que nos ha llevado a estar en muchos espacios globales, en este caso, la Organización de las Naciones Unidas. Nos ha dado la oportunidad de hacer parte de estos organismos», agregó.

Por su parte, el otro anuncio importante fue la designación de María Patricia Tobón, excomisionada de la Verdad, quien será la nueva directora de la Unidad de Víctimas. Esto debido a su vasto conocimiento de la necesidad de las víctimas por su dignificación.

Ella ha documentado la vulneración de los derechos humanos en territorios indígenas, afectados por el conflicto, así como los esquemas arraigados de discriminación contra los pueblos étnicos.

Y el último de los sonados nombramientos recayó sobre Giovani Yule, líder de la comunidad indígena Nasa, quien será el director de la Unidad de Restitución de Tierras.

Yule es un reconocido activista de las protestas sociales del año pasado, en especial, en Cali y ha sido uno de los líderes que más ha insistido en que se judicialicen a los responsables de los homicidios de 160 indígenas ocurrido durante este gobierno.

Según cifras de Indepaz, desde 2016, un total de 269 líderes indígenas han muerto asesinados en Colombia, de los cuales 242 después de la firma del acuerdo de paz.