La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ordenó que la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) pueda regresar a trabajar en La Escombrera, ubicada en la Comuna 13 de Medellín, uno de los lugares más emblemáticos y dolorosos para las víctimas del conflicto armado en Colombia.
La decisión fue tomada por la Sección de Apelación de la JEP tras estudiar una tutela presentada por varias víctimas, quienes denunciaron que se estaban vulnerando sus derechos al impedir el ingreso de la Unidad de Búsqueda a ese sitio de interés forense.
Los derechos de las víctimas, por encima de las trabas institucionales
Según la decisión judicial, ninguna medida de protección puede convertirse en un obstáculo para la labor de búsqueda humanitaria. Por eso, además de autorizar el reingreso, la JEP ordenó a otra de sus secciones —la de Ausencia de Reconocimiento— que entregue de inmediato a la Unidad de Búsqueda el Plan de Intervención Forense Fase VI, documento clave para coordinar las próximas acciones en el terreno.
Una vez lo reciba, la entidad tendrá cinco días hábiles para presentar sus observaciones y definir, junto con la jurisdicción, cómo continuar con las tareas de recuperación e identificación de posibles restos humanos en la zona.
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La Escombrera: símbolo de silencio, espera y resistencia
En La Escombrera se presume que pueden estar enterradas víctimas de desaparición forzada, ocurrida durante los años más crudos del conflicto armado en Medellín. Su nombre se ha convertido en sinónimo de impunidad, pero también de esperanza para quienes buscan a familiares desaparecidos.
Una advertencia para no repetir errores
No es la primera vez que se denuncian bloqueos al trabajo de la Unidad de Búsqueda. En el pasado, se habían conocido al menos cinco casos similares en los que se le negó el ingreso a cementerios y otros escenarios claves.
Con esta decisión, la JEP sienta un precedente para evitar nuevas exclusiones, recordando que la búsqueda de personas desaparecidas no puede depender de interpretaciones burocráticas, sino del respeto al derecho a la verdad.
Foto: Colprensa