A través de un corto comunicado, la familia de la menor fallecida Valeria Afanador rechazó las declaraciones del abogado del colegio Gimnasio Campestre Los Laureles, Francisco Bernate, en las que se refirió a la posible indemnización que recibirá la familia.

En diálogo con La Red Viral, Francisco Bernate aseguró que, en dado caso de que las autoridades determinen que el colegio tuvo responsabilidad en los hechos, lo que procedería sería una eventual reparación. Para ello, contarían con una millonaria póliza «bastante generosa» que excedería los nueve ceros.

«No tengo el monto exacto, pero sé que es un número relevante. Sé que pasa de nueve ceros, es un número muy importante, pero no tengo el monto exacto en pesos (…)», afirmó el abogado.

Ante esas declaraciones la familia aseguró que Valeria no es una cifra sino que era una niña llena de vida sueños, ternura y amor.

«Rechazamos que la defensa pretenda cubrir su responsabilidad de la muerte de nuestra hija y quiera reducir esta tragedia a un tema netamente económico como si el único interés de nuestra familia fuera recibir una simple indemnización», manifestaron los parientes de la menor.

Afirmaron que su propósito es saber qué pasó con su hija y que los responsables paguen por su muerte.

En declaraciones anteriores, Bernate reconoció que existieron fallas en la actuación de los profesores que estaban a cargo de la menor, de 10 años, cuyo cuerpo fue hallado el pasado 30 de agosto en inmediaciones del río Frío en Cajicá (Cundinamarca), tras 18 días desaparecida desde que se esfumó su rastro durante la jornada escolar del 12 de agosto.

La cronología de la desaparición, revelada a través de chats internos de los profesores y publicado por Noticias Caracol, muestra una demora significativa en la reacción del personal. Las cámaras de seguridad registraron la salida de Valeria por una reja hacia el sector del río a las 10:10 de la mañana. Sin embargo, la primera alerta en el grupo de mensajería apareció a las 11:14 de la mañana, es decir, 69 minutos después.

En los mensajes divulgados se lee: “¿Alguien ha visto a Valeria Afanador? Los niños están corriendo buscándola y dicen que no aparece por ningún lado”. Otros educadores intentaron ubicarla con comentarios como: “Normalmente se va al salón donde Mr. Diego tiene los materiales” o “Ella no llegó a clase de Sound Art… ¿estará cerca al salón de música?”.

El docente que debía recibir a la menor en su clase después del descanso respondió en el chat a las 11:25 de la mañana, casi una hora y cuarto después de haber iniciado su lección.

Según el relato de Bernate, la maestra que supervisaba a Valeria antes del descanso declaró ante las autoridades que la niña salió corriendo hacia el salón de deportes para buscar un balón y no regresó al aula. Tras el receso, ningún profesor volvió a tener contacto con ella.

Por su parte, el profesor que debía tenerla en su clase posterior al descanso explicó que notó la ausencia de la niña al pasar lista, pero no la reportó de forma inmediata porque, según su versión, tenía poca batería en su teléfono celular. Más tarde, pidió a algunos de los compañeros de Valeria que la buscaran por el colegio.

El abogado del colegio precisó que, con base en esta información, se identificó el incumplimiento de instrucciones por parte de dos educadores. La primera, la profesora que debía estar atenta durante el periodo de la merienda y al regreso de los estudiantes al salón, y el segundo, el docente del área de deportes, quien permitió a la niña el acceso al balón sin permanecer en el lugar para supervisar el juego.

«Aparecen dos profesores que han dado sus explicaciones en el colegio, pero que también deben darlas en los espacios que corresponden», señaló Bernate, al citado medio.

Foto y noticia: Colprensa