La situación de orden público en el municipio de Anorí, nordeste de Antioquia, sigue deteriorándose. En menos de 24 horas se han registrado dos hechos violentos, el más reciente: el asesinato de Iván Darío Álvarez Causil, líder indígena del pueblo Zenú.
El crimen ocurrió en la vereda La Florida, a unas cinco horas del casco urbano, donde Álvarez Causil participaba en la construcción de una escuela para el resguardo indígena junto a otros miembros de su comunidad. Hasta el lugar llegaron hombres armados que lo secuestraron y, posteriormente, le quitaron la vida a tiros.
Álvarez Causil era originario del resguardo Zenú del río Alto San Juan, en San Pedro de Urabá, y había viajado con un grupo de indígenas para contribuir con el desarrollo educativo en esta apartada región del departamento.
Este asesinato se suma a la reciente muerte de dos adolescentes, de 15 y 17 años, quienes fallecieron tras activar un campo minado en la vereda Tacamocho, también en Anorí. Ambos hechos reflejan la grave crisis de seguridad que enfrentan las comunidades rurales e indígenas en zonas bajo la presión de actores armados ilegales.