Más de 190 familias viven en zonas de alto riesgo mientras siguen sin cumplirse fallos judiciales que ordenan obras y reubicaciones.
La temporada de lluvias en Medellín mantiene en alerta a los habitantes del sector de La Picacha, donde el desbordamiento de la quebrada amenaza con provocar una nueva catástrofe. El recuerdo de lo ocurrido en 2011 y 2013, cuando una creciente arrasó viviendas en La Playita y causó la muerte de una persona, revive hoy entre la incertidumbre de las comunidades asentadas en la ribera.
Riesgo creciente
Según el Dagrd, en 2025 la ciudad ha registrado un incremento del 45 % en la intensidad de las lluvias frente al promedio histórico, lo que aumenta las posibilidades de crecientes súbitas en microcuencas como La Picacha, caracterizadas por pendientes pronunciadas en las zonas altas y terrenos planos en las bajas. Estas condiciones pueden provocar colapsos repentinos sin tiempo para evacuación.
El ingeniero Rubén Darío Montoya, de la Universidad de Medellín, advierte que el problema responde a una urbanización desordenada:
“Las quebradas de Medellín tienen velocidades de flujo peligrosas. Los retiros técnicos —de 30, 50 o hasta 100 metros— existen para evitar asentamientos, pero no se cumplen. Muchas familias viven allí por necesidad, no por elección”.
Órdenes judiciales incumplidas
Tras la tragedia, en 2014 la comunidad interpuso una Acción Popular con apoyo de la Clínica Jurídica de la Universidad de Medellín.
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En 2017, el Tribunal Administrativo de Antioquia ordenó censos, obras hidráulicas y soluciones de vivienda para más de 100 familias.
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En 2024, el Consejo de Estado ratificó el fallo e incluyó la formulación de una política pública de reasentamiento.
Sin embargo, según líderes comunitarios y académicos, los fallos siguen sin cumplirse.
Ana Milena Montoya, coordinadora de la Clínica Jurídica de Interés Público, lo resume así:
“Hoy, más de una década después, no hay soluciones definitivas. Lo más grave es que la zona se repobló y el riesgo aumentó. Por eso pedimos incidente de desacato contra las entidades responsables”.
Comunidad en riesgo inminente
Los líderes barriales denuncian que ya existen nuevos asentamientos en el cauce y que la falla geológica de Romeral podría agravar las inundaciones al desprender rocas en temporadas de lluvia.
Félix Antonio García, de la Junta de Acción Comunal de La Estación Popular, enfatiza:
“Esto no es cuestión de si va a suceder, sino de cuándo. Pedimos retomar las obras suspendidas desde 2020 y reubicar a las más de 190 familias que siguen en riesgo”.
La amenaza sigue latente
En la última reunión del Comité de Verificación (23 de septiembre) se confirmó que persisten los incumplimientos. Mientras tanto, las lluvias se intensifican y la quebrada La Picacha se convierte, nuevamente, en una bomba de tiempo para los habitantes del sector.