El presidente, Gustavo Petro, denunció hoy por cuatro delitos al excanciller Álvaro Leyva, tras conocerse de unos audios en los que hablaba de un plan para derrocarlo del poder.

La denuncia fue presentada por el abogado Alejandro Carranza, el penalista que defiende a su hijo Nicolás Petro, por los delitos de conspiración para delinquir con fines de sedición, traición a la patria, instigación a delinquir, calumnia agravada e injuria agravada

«La traición a la patria tiene que verse desde el contexto que él (Álvaro Leyva) es un excanciller de este Gobierno y no podía ir a un Gobierno extranjero a pedirles que ayudaran para que se hiciera una ruptura del hilo constitucional», aseguró el abogado.

La Dirección Especializada contra la Corrupción de la Fiscalía ya indaga ese supuesto plan. Por ello, adelanta actos investigativos y órdenes a policía judicial para esclarecer la versión surgida en la prensa internacional.

Así mismo, dentro de la indagación se incluyó la petición que hizo la vicepresidente de la república, Francia Márquez, para esclarecer lo ocurrido.

Los audios fueron publicados por el diario El País de España y hablan de una supuesta estrategia para deponer el Jefe de Estado por fases, que incluiría la publicación de cartas para deshonrarlo con acusaciones y buscar apoyo en círculos de Washington para asestarle el golpe final.

En esa supuesta estratagema política, siempre según la versión del diario extranjero, Leyva «deseaba» que Márquez asumiera como Presidente en caso de lograr su objetivo, que al parecer se derrumbó al no encontrar eco en Estados Unidos.

El diario español citó unos chats que se cruzaron Leyva y Márquez, en los que él le manifestaba su apoyo y añadió que los audios del exministro de Exteriores llegaron a manos de la inteligencia colombiana y por ese camino al Presidente que le habría pedido explicaciones a su fórmula a la Vicepresidencia y pedido que desmintiera públicamente su participación en el supuesto complot, a lo que ella se habría negado.

Ante esos señalamientos la Vicepresidenta se defendió y pidió a la Fiscalía investigara.
«No existe la posibilidad de que me preste para conspiraciones. No me mueve el resentimiento ni la conveniencia, y a quienes creen que podrán utilizarme como instrumento de sus ambiciones, les digo: están profundamente equivocados», expresó hoy la funcionaria.

Sostuvo que su «carácter» se ha «forjado» en la «lucha» y dedicado su vida a servir a los demás, admitió que ha disentido «cuando ha sido necesario, con respeto y sin estridencias, ejerciendo la crítica como un acto de honestidad y no como una forma de ruptura».

Foto y noticia: Colprensa