La Universidad de Harvard ha reafirmado su perfil internacional al acoger a miles de estudiantes extranjeros para el ciclo académico 2024-2025, provenientes de al menos 147 países y territorios. En total, 6.793 alumnos de grado y posgrado —aproximadamente el 27 % del alumnado total— proceden del extranjero, destacando China, Canadá, India, Corea del Sur y Reino Unido como los países más representados.

Aunque Harvard ya publica datos generales sobre la procedencia de su alumnado internacional, el presidente Donald Trump ha cuestionado recientemente el papel de la institución respecto a la financiación de estos estudiantes. En una publicación realizada en Truth Social la madrugada del domingo, Trump sugirió que algunos países «no amigos» de Estados Unidos deberían contribuir al coste de la educación de sus ciudadanos en universidades estadounidenses como Harvard.

“¿Por qué Harvard no dice que casi el 31 % de sus estudiantes son de países extranjeros, y sin embargo esos países no pagan NADA por la educación de sus estudiantes?”, escribió el presidente, exigiendo que se revele “quiénes son esos estudiantes” y de qué países provienen.

Aunque no hay evidencia de que los países de origen estén legalmente obligados a costear la educación superior de sus ciudadanos en instituciones privadas como Harvard, la universidad enfatiza su independencia financiera y su política de admisión basada en el mérito académico, sin distinción de nacionalidad. Además, muchas de las ayudas otorgadas a estudiantes internacionales provienen directamente de fondos universitarios o donaciones privadas, no de gobiernos extranjeros.

Las declaraciones de Trump se suman a un historial de tensiones entre su administración y algunas de las principales instituciones académicas del país, particularmente en temas migratorios y de política internacional.