Lo que alguna vez fue promocionado como un “ecoparque” terminó siendo un foco de daño ambiental y riesgo para la comunidad. En las últimas horas, las autoridades del Distrito demolieron una serie de construcciones ilegales levantadas en el corregimiento de San Cristóbal, donde incluso se desvió el cauce natural de la quebrada La Hueso para construir piscinas.
La intervención, ordenada por el Juzgado Administrativo Oral del Circuito de Medellín, busca frenar las afectaciones causadas por edificaciones ilegales dentro de la franja de protección ambiental. La zona está catalogada como de alto riesgo por inundaciones y deslizamientos.
“El objetivo es corregir los impactos ambientales y evitar sanciones futuras por desacato”, señaló Pablo Ruiz, subsecretario operativo de Medellín.
Durante la demolición, fueron retiradas estructuras que operaban como parte de un balneario privado: cinco quioscos, tres diques artesanales, un restaurante de dos pisos y una zona de baños construida con materiales sólidos.
Con esta acción, el Distrito no solo busca restituir el cauce natural del afluente, sino también enviar un mensaje claro sobre las consecuencias de intervenir ecosistemas protegidos sin permisos, en una ciudad donde la presión sobre el suelo rural y los recursos naturales sigue creciendo.