La situación de orden público en el nordeste y norte de Antioquia llevó a la realización de consejos de seguridad extraordinarios en los municipios de Anorí y Briceño, luego de hechos que involucraron retenciones ilegales de civiles y alertas sobre posibles acciones contra la Fuerza Pública.

En el municipio de Anorí, hombres armados pertenecientes a una estructura ilegal ingresaron al corregimiento Liberia y retuvieron contra su voluntad a cuatro personas. Tras las decisiones adoptadas en el consejo de seguridad, unidades del Ejército se desplazaron a la zona y, horas después, las víctimas fueron dejadas en libertad sin presentar afectaciones físicas.

El caso encendió las alertas sobre la persistencia de grupos armados ilegales en zonas rurales del departamento, donde las comunidades continúan expuestas a hechos de intimidación y control territorial por parte de estructuras criminales.

En Briceño, las autoridades evaluaron información de inteligencia relacionada con un presunto plan atribuido al Frente 36 de las disidencias de las Farc, que buscaría promover una asonada contra el Ejército mediante presiones y constreñimiento a la población civil.

Ante este escenario, se definió el fortalecimiento del control territorial y el despliegue de unidades especializadas para prevenir alteraciones del orden público y evitar afectaciones a la comunidad. También se contempló el apoyo de unidades antidisturbios y el refuerzo de los procesos de judicialización en coordinación con la Fiscalía.

Los hechos en Anorí y Briceño se suman a una serie de alertas de seguridad que persisten en distintas subregiones de Antioquia, donde la disputa territorial entre grupos armados ilegales sigue representando un riesgo para la población civil, especialmente en corredores estratégicos para economías ilícitas.