El mundo atraviesa por un momento difícil debido a las acciones bélicas emprendidas por Rusia contra la República de Ucrania, lo cual está generando serias y graves consecuencias para la economía mundial.

Y, dentro de esto, Colombia está ha sufrido un fuerte impacto, especialmente en el sector de la agricultura. Así lo expresó Rodolfo Correa, presidente del Consejo Nacional de Secretarios de Agricultura de Colombia (Consa).

Las afectaciones que plantea el máximo órgano de los secretarios de agricultura del país están relacionadas con la dependencia que la producción colombiana de alimentos tiene en el suministro de fertilizantes por parte de los dos países en conflicto: Rusia y Ucrania.

Desde territorio ruso se importa cerca del 29%, y desde el ucraniano el 13% de Urea, que es el principal insumo de fertilización del suelo que se utiliza en nuestro país.

Ante este panorama, desde el Consa acudieron a la Asociación Nacional de Secretarios de Agricultura de Estados Unidos, como país aliado estratégico en el ámbito internacional, para proponer una alianza que permita avanzar en el desarrollo de diferentes iniciativas.

Las cuales puedan garantizar el suministro de fertilizantes a precios accesibles a las pequeñas organizaciones de campesinos de Colombia que están teniendo dificultades para comprar estos productos importados debido a su alto precio.

Preocupación

La guerra que actualmente se libra entre Rusia y Ucrania tiene un componente geoeconómico determinante que sistemáticamente ha venido alineando países de un lado y del otro.

«Creemos que esta sería una muy buena oportunidad para enviar un mensaje de unidad entre países respetuosos de la libertad y la democracia, alrededor de la paz y el apoyo a los que necesitan», expresó Correa.

«Sobre todo cuando desde quienes no piensan como nosotros se observa la instalación de radares y el despliegue de operaciones militares en la frontera de nuestro vecino país Venezuela», destacó el funcionario.

El Consejo Nacional de Secretarios de Agricultura de Colombia quiere, a partir de esta propuesta, contribuir a la construcción de una solución a lo que desde este órgano han considerado como una crisis de soberanía alimentaria que actualmente vive el país.

Y que ante las actuales circunstancias geopolíticas que se registran en territorio europeo, entre dos países que proveen de insumos no solo a Colombia sino a la región tiende a agravarse.