Las recientes quiebras de algunas entidades bancarias en países desarrollados pueden generar inquietudes sobre la posibilidad de que algo similar ocurra en Colombia. Esto a menudo genera incertidumbre en los mercados financieros y aumenta el riesgo percibido, ya que en el pasado ha sido un síntoma de grandes crisis económicas, como sucedió en 2008. Sin embargo, lo relacionado con Silicon Valley Bank, First Republic Bank, Signature Bank y Credit Suisse ha tenido detonantes distintos.

Jonathan Malagón, presidente de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), ha destacado en su reciente columna en La República, que la falta de confianza en la estabilidad de estas entidades bancarias de Estados Unidos ha generado la retirada masiva de depósitos por parte de los ahorradores estadounidenses, lo que ha generado graves problemas de liquidez. Según Malagón, la falta de cobertura ante riesgos de tasa de interés, así como la alta proporción de activos en bonos de largo plazo o al vencimiento, ha exacerbado los resultados negativos y ha debilitado aún más la confianza en estas entidades. Además, la mayoría de los depósitos no estaban protegidos por el fondo de garantía de depósitos de Estados Unidos.

En el caso europeo, destacó que la crisis se dio luego de conocerse los resultados negativos como consecuencia de malas decisiones de inversión, escándalos de lavado de dinero y la subsecuente retirada masiva de depósitos.

Sin embargo, Malagón resaltó tres razones por las que considera muy improbable que suceda esto en el sector bancario colombiano.

En primer lugar, la regulación y supervisión del sector financiero en Colombia tienen una larga tradición de ortodoxia, lo que ha hecho que se adopten los estándares más adecuados en materia de liquidez, solvencia y fondeo. Hoy los bancos cumplen holgadamente los mínimos regulatorios del IRL, con 200% vs. 100% exigido; en materia de relación de solvencia, 16,6%, vs. 9%; y en el Cfen, 112% vs. 100%. Este último indicador, adoptado en 2020, garantiza que el perfil de plazos del activo no se descalce con el del pasivo, mitigando los riesgos de liquidez que se presentaron en los bancos anteriormente mencionados.

En segundo lugar, está el seguro de depósitos de Fogafín. Actualmente, todas las entidades que están habilitadas para recibir recursos del público tienen asegurados los depósitos de sus clientes hasta por $50 millones.

En tercer lugar, está el robusto Sistema de Administración de Riesgo de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo – Sarlaft. Colombia fue el primer país de América Latina en implementar este sistema y hoy es ejemplo mundial en esta materia.

En conclusión, la nota destaca las razones por las que el sector bancario colombiano es sólido y estable, y por qué es improbable que ocurra una crisis similar a la de otros países.