Desde hace 18 años, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, lidera el programa de voluntariado ambiental Cuidá, una iniciativa ciudadana que nació producto de la necesidad de reducir el riesgo de desastres por fenómenos naturales en su territorio. Gracias a un proceso de formación permanente fomentado desde la entidad, los grupos monitorean y controlan de manera preventiva los escenarios de riesgo y cambio climático en su entorno, con la misión de proteger la vida y el medio ambiente.

En el barrio Paris del municipio de Bello, los niños y adultos del grupo Cuidá gestionan el riesgo por avenida torrencial, protegiendo la cuenca de la quebrada La Loca; “tengo un semillero que amo, donde estos niños van creciendo y pasan al grupo de adultos y me encanta trabajar con ellos es lo más hermoso del mundo, trabajamos en la protección del medio ambiente, el cuidado de la fauna, las quebradas, primeros auxilios; y hoy estoy orgullosa de saber que en mi territorio hemos logrado minimizar los riesgos”, expresó Patricia Moná, Coordinadora del Cuidá en este sector del norte del Valle de Aburrá.

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componente especial del programa Cuidá son los semilleros integrados por niños y niñas entre los 0 y los 14 años; a través de un componente didáctico, los más pequeños participan de forma activa en el voluntariado, conocen, comprenden y manejan su entorno, promoviendo una cultura de protección y amor por medio ambiente.

Desde nuestro programa lo que hacemos es reunir a todos los voluntarios con una temática común, que es fortalecer desde su conocimiento, pero también desde las herramientas que les entregamos todos los profesionales y todos los proyectos institucionales, para que de manera participativa se encarguen de reconocer su territorio, identificar los escenarios críticos y reaccionar de acuerdo a nuestro sistema de alertas tempranas”, destacó Luz Jeannette Mejía Chavarriaga, Líder de Gestión del Riesgo y Cambio Climático del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.

Además de incentivar desde la infancia una cultura de cuidado y preservación del ambiente, los semilleros promueven la permanencia en el tiempo del Cuidá, son muchos los niños que en el pasado formaron parte del voluntariado, y que hoy como adultos participan activamente en el programa.