La Delegación de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia anunció el cierre de tres oficinas regionales que operaban en varios departamentos del país, entre ellos Antioquia.

La medida, tomada por recortes presupuestales, también afecta la cobertura en Chocó, Córdoba, Guaviare, Meta, Huila, Tolima y Caquetá, dejando sin funciones a 46 profesionales que trabajaban en la defensa y promoción de los derechos humanos en esos territorios.

Estos equipos estaban conformados por defensores de derechos humanos que acompañaban a comunidades vulnerables en zonas históricamente afectadas por el conflicto, la desigualdad y la violencia.

La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos lamentó no poder seguir contando con una presencia permanente en esas regiones y reconoció la importancia del trabajo desarrollado durante los últimos años.

A partir de ahora, las operaciones de la ONU en materia de derechos humanos se reorganizarán desde su sede en Bogotá, desde donde se centralizarán los servicios para todo el país. La decisión ha generado preocupación entre organizaciones sociales y líderes regionales, ante el posible debilitamiento del acompañamiento internacional en contextos de alta conflictividad.