Bogotá no es la única ciudad colombiana que vive su Bienal Internacional de Arte, Medellín se ha transformado en un museo vivo que se podrá disfrutar hasta el próximo 25 de noviembre.

No es la primera edición de la Bienal Internacional de Arte de Antioquia y Medellín (BIAM), pero han tenido que pasar 44 años para que la capital antioqueña pudiera disfrutar de una nueva edición, con un regreso para transformar la ciudad y el departamento en un gran escenario de arte contemporáneo.

Bajo el lema ‘El arte, una ventana a la libertad’, la BIAM 2025 desplegará más de 300 obras de más de 160 artistas nacionales e internacionales en espacios emblemáticos y no convencionales, invitando a los visitantes a recorrer un circuito cultural único que conecta historia, territorio y creación.

Bajo la dirección del Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia (ICPA), la Bienal se vive en 15 municipios, abarcando las nueve subregiones, y en múltiples sedes de Medellín, con actividades para todos los públicos.

El recorrido urbano y regional incluye lugares icónicos como el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, el Museo de Antioquia, el Pabellón Bello (Parque de Artes y Oficios), el Pabellón Antioquia (antiguo Coltabaco), la Cámara de Comercio (sede Poblado), el Distrito Creativo del Perpetuo Socorro y universidades.

La BIAM 2025 ofrecerá recorridos guiados, talleres, conversatorios, presentaciones de música y danza y encuentros con artistas. Desde espacios icónicos hasta rincones no convencionales, la Bienal ha sido diseñada para que el arte se integre a la vida cotidiana y a la movilidad de los ciudadanos. Todo con entrada libre hasta completar aforo.

Se ha creado una ruta Biam para una mejor experiencia, con la mayoría de las sedes principales que están convenientemente ubicadas cerca de las estaciones, permitiendo un recorrido fluido y sostenible por el circuito artístico.

Se puede iniciar el viaje en el norte industrial (Estación Bello), con el Pabellón Bello (Parque de Artes y Oficios) para descubrir obras de gran formato que dialogan con el patrimonio industrial, en un espacio de transformación cultural.

Se puede continuar por el corazón histórico (Estación Parque Berrío), en el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, un ícono arquitectónico que alberga una parte fundamental de la Bienal.

A pocos pasos, el Museo de Antioquia, para sumergirse en la Línea Histórica de la BIAM, una retrospectiva de las bienales de Medellín entre 1968 y 1981, que rescata la vanguardia artística de la ciudad. Aquí también se encuentran obras de maestros del arte colombiano.

En el Distrito Creativo del Perpetuo Socorro explora intervenciones artísticas en espacios no convencionales como la Iglesia, Mattelsa y la Bodega Comfama. Una oportunidad para conectar con propuestas que revitalizan el barrio y reflejan las nuevas cartografías del arte.

Se puede seguir hacia el epicentro de la creación contemporánea (Estación El Poblado) con el Pabellón Antioquia (antiguo edificio de Coltabaco), un impresionante espacio de 18 mil metros cuadrados que ha sido recuperado para albergar la creación contemporánea.

También se puede visitar la Cámara de Comercio de Medellín (sede Poblado), un punto de encuentro donde el sector empresarial se articula con el arte y la cultura.

Fuera de Medellín, la Bienal llegará a municipios como La Ceja, Rionegro, Jericó, Caucasia, Puerto Berrío, Ciudad Bolívar, Entrerríos, Yarumal, Cisneros, Sonsón, Santa Fe de Antioquia, Anorí y Urrao, llevando el arte a plazas, museos, casas de cultura y espacios comunitarios.

Con una proyección de 400.000 visitantes y la generación de 1.500 empleos directos y 4.000 indirectos, la Bienal es un motor de desarrollo social y económico. Su propuesta conecta con el circuito global del arte contemporáneo y posiciona a Medellín y Antioquia como referentes culturales de América Latina.

Foto y noticia: Colprensa