La tecnología ha tenido un impacto revolucionario en la forma en que las personas interactúan, trabajan y consumen, generando una mayor adopción y desarrollo de nuevas tecnologías en todo el mundo. Como resultado, se espera que la inversión en tecnología siga siendo una prioridad para las organizaciones a medio plazo.

De hecho, según Gartner, se espera que la inversión en tecnologías a nivel mundial aumente en un 5,5% en 2023. Asimismo, los encargados de las decisiones estratégicas buscarán optimizar el gasto y capturar eficiencias apalancándose en tecnologías digitales para transformar la propuesta de valor y tener mejores interacciones con el cliente.

“En Colombia, la inversión en tecnología ha estado liderada por el sector de las telecomunicaciones, seguido por el de la educación superior y el bancario. En particular, el último se destaca por tener el mayor número de innovaciones en procesos y métodos de prestación de servicios, convirtiéndose en uno de los más avanzados y adaptativos del país en términos de transformación digital. Bajo este contexto de transformación digital y de mayor inversión en tecnologías, es fundamental comprender cómo estas pueden impactar en la experiencia del usuario y convertirse en un pilar clave para la generación de valor y diferenciación de los servicios ofrecidos por los jugadores del ecosistema financiero. En particular, el uso de tecnología en la experiencia del consumidor financiero cobra relevancia porque permite ofrecer propuestas de valor más personalizadas, ágiles y satisfactorias”, destaca el más reciente informe de Banca y Economía de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras (Asobancaria).

De acuerdo con el informe, entre 2018 y 2019, el monto de la inversión de las entidades bancarias en Actividades de Ciencia, Tecnología e Innovación (ACTI) creció un 11,6%, pasando de $544.000 millones a $607.000 millones.

El documento resalta que “la aplicación de tecnologías avanzadas en el sector bancario aumenta en un 34% la satisfacción del servicio al cliente con respecto a los servicios bancarios tradicionales. Además, los bancos que invierten en mejorar su servicio al cliente crecen 3,2 veces más rápido que los bancos que no realizan iniciativas de inversión, por lo que un gran diferenciador en el mercado bancario es la experiencia del cliente”.