Con un panorama positivo de poder alcanzar los votos necesarios para que sea convocada la consulta popular de la reforma laboral, llegará este miércoles el gobierno nacional a la plenaria del Senado, luego de una larga sesión en donde se presentaron las diversas posiciones a favor y en contra de la misma.

Y como era de esperarse el debate desde el comienzo hasta el fin tuvo momentos tirantes. El primero en subir los ánimos fue el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, quien en su intervención centró en liberalismo de haber hundido la reforma laboral y que por eso al gobierno sólo le quedó la alternativa de convocar al propio pueblo para que defienda sus intereses.

Un poco antes el ministro del Interior, Armando Benedetti, le quiso bajar el tono al debate del valor de la consulta, y sostuvo que si bien la democracia sale cara, las dictaduras son baratas pero acaban con la democracia.

Ya en las intervenciones y con el correr del debate se empezó a zanjar una disputa entre el Pacto Histórico y el Centro Democrático, mientras que el petrismo insistía que fue Uribe el que le quitó los beneficios laborales a los trabajadores, desde el uribismo señalaron que era una reforma populista. En un momento se dio un enfrentamiento entre las senadores Paloma Valencia y María Fernanda Cabal con la representante a la Cámara del petrismo, María Fernanda Carrascal.

Pero en la sesión el gobierno encontró dos aliados que hasta el lunes no contaba con ellos, los senadores Paulino Riascos, del Pacto Histórico, el único voto que iba a perder de su bancada y el del senador Gustavo Moreno, del partido En Marcha.

Para el miércoles no se descarta que otros senadores de esa tendencia Guido Echeverry y Jairo Castellanos se suman al sí.

También se concretó que desde el partido de la U hay seis votos por el si, y dos por el no, los senadores Alfredo de Luque y Juan Felipe Lemos. El voto de la senadora Norma Hurtado, sigue siendo incierto pero podría ser para apoyar al gobierno.

Aunque en la sesión todos los partidos hablaron, el único que no intervino fue el Partido Liberal, que no lo hizo con ningún vocero esto ante la polémica formada de que la mayoría de esos senadores apoyarán al gobierno porque les dieron el Ministerio de Comercio. Sólo intervinieron el senador Miguel Ángel Pinto, quien lo hizo para defenderse ante las acusaciones del ministro Sanguino y el senador Mauricio Gómez Amín, que habló para controvertir de la consulta pero fue con postura personal.

Con lo sucedido en la plenaria, el gobierno podría estar teniendo más de 50 votos para la consulta, mientras que la oposición se quedaría en máximo 45 votos, sin embargo hasta después de las diez de la mañana de este miércoles se sabrá que pasará.

LA DEFENSA DEL PETRISMO

El senador Alberto Benavides, sostuvo que la soberanía recae en el pueblo y no se le debe tener miedo a esa posibilidad de la democracia que salgan los colombianos a votar la consulta, “eso es lo que quieren, construir una matriz de miedo, esta consulta para ir a la libertad, esa posibilidad se debe abrir”.

Insistió en que “piensen en sus electores, más del 90% son trabajadores y piensan cada día como van a hacer para poder ganar mejor, con mezquindad no hay democracia. Estamos de acuerdo con la consulta no como un asunto coyuntural”.

Del petrismo habló la senadora Isabel Zuleta, quien manifestó que no se le debe tener miedo al constituyente primario, “escucha uno a algunos senadores que no le gusta consultar a su pueblo, no respetan a quienes nos eligieron, se quieren adueñar de todo, no sean egoístas, eso es lo que significaría decir no a la consulta. Quienes nos eligieron tienen derecho a decidir”.

El senador Ferney Silva, de la Colombia Humana, planteó que “pareciera paradójico que a quienes nos escogieron por el voto popular no podamos devolver a ellos que puedan decidir la suerte de los trabajadores colombianos… pareciera que alguna clase política olvidara que su riqueza es producida por esos trabajadores que han sacado a este país adelante”.

Otra congresista del Pacto Histórico, Esmeralda Hernández, cuestionó que se esté formando ante el país el miedo para que la gente salga a votar por sus derechos, y consideró que esa es parte de la estrategia de la oposición que no sólo se queda en cuestionar al gobierno de Gustavo Petro, “ahora miramos cuando es conveniente y cuándo no poder convocar una mecanismo de consulta popular, hay que mirar quiénes son los que no quieren dejar hablar a los trabajadores”.

LA OPOSICIÓN

En el multimillonario costo de más de 700 mil millones y por considerar que es una estrategia electoral del presidente Gustavo Petro para 2026, la oposición rechazó apoyar la convocatoria de la consulta popular.

El vocero del partido Cambio Radical, senador Carlos Fernando Motoa, anunció que su partido votará no a la convocatoria de la consulta, “esta consulta es una verdadera consulta populista y por eso el presidente ha abusado de la alocución presidencial, ha realizado consejos de ministros interminables que no aportan a la construcción de país. El presidente Petro sabe que ha perdido el respaldo popular. Hoy nos corresponde dar trámite o no a esta consulta, tenemos una responsabilidad enorme de no anticipar la campaña política”.

Motoa planteó además que “aquí no están pensando en las reformas que se tramitan en el Congreso, están en lo que siempre han sabido hacer, la venta ambulante de ilusiones. En Cambio Radical hemos tomado la decisión de una bancada sensata, votaremos no el trámite de esta consulta”.
Antonio Zabaraín, de Cambio Radial, declaró que la consulta no busca resolver lo que dice en las preguntas, “jamás van a alcanzar ese umbral, Petro y sus adláteres que no llegarán a los 13 millones de votos. Van a sabiendas de que ese umbral no se va a logar, ¿van a botar un billón de pesos en una caneca por solo vanidad o una estrategia una campaña? Es incoherente”.

El senador Jontathan Pulido, de la Alianza Verde sostuvo está de acuerdo con el pueblo se le respete sus derechos, “pero no estamos de acuerdo en aprobar hacer una consulta popular para la politiquería del gobierno”, sostuvo, pero a la vez llamó a la atención que el ministro del Interior, Armando Benedetti, ya reconoció que esta consulta es una minirelección del presidente Petro.

Pulido sostuvo que es mentira como dicen desde el Pacto Histórico que el Congreso no ha legislado por los trabajadores, recordó que está la ley que ha recortado la jornada laboral y la otra que la de derecho a desconexión laboral. “No hay que ser cómplice de una campaña politiquera de este gobierno”.

La senadora Angélica Lozano se preguntó si el gobierno quiere una consulta popular para hacer campaña política para las elecciones del 2026, por lo que planteó que la única vía para que se tramite la consulta de la reforma laboral es que la misma se vote no en época preelectoral, tal y como sucedió con la consulta anticorrupción. Consideró que pese a lo que dice el gobierno seguir el trámite de la reforma laboral si podría avanzar y aprobarse antes de acabar las sesiones.

Desde la oposición, el senador del Centro Democrático, Ciro Ramírez, quien regresó al Congreso luego de quedar en libertad, sostuvo que no hay miedo a salir a votar la consulta, “el miedo es de los colombianos a que no haya salud, el miedo a que la seguridad empeora y es por culpa de la paz total del presidente Petro”.

Por su parte la presidente y senadora del Partido Conservador Nadia Blell, sustentó la posición del partido de considerar como inconveniente la consulta. “La consulta popular es un instrumento valioso de nuestra Constitución creado para resolver dilemas fundamentales, amplificar la voz ciudadana y forjar acuerdos democráticos. Cuando se utiliza con rectitud fortalece nuestra convivencia. Sin embargo, cuando se desvía hacia fines equivocados, cuando se convierte en una herramienta de coerción en lugar de un puente para el diálogo, traiciona su propósito y amenaza los valores que debe defender. La propuesta del presidente Petro no busca consensos ni soluciones compartidas. Su verdadero objetivo es evidente. Pretende forzar al Congreso a ceder ante decisiones que el Gobierno no ha logrado imponer utilizando el nombre del pueblo como pretexto para ejercer una presión inaceptable”.

“LA DEMOCRACIA NO ES BARATA”

El ministro del Interior, Armando Benedetti, fundamentó su postura sobre la base de que la consulta es para devolver derechos a los trabajadores y el costo multimillonario de la misma.

“Los costos de la consulta, cada vez que habla alguno de la oposición le suman cien mil millones de pesos. La democracia no es barata las dictaduras si lo son. Cualquier peso en la democracia es preciado”, dijo el jefe de la cartera política ante la plenaria.

Insistió en que la democracia participativa, las marchas, las elecciones las urnas, son importantes, “entonces no vale la pena hacer esa relación de los costos”. Incluso el ministro fue más allá y señaló que los 700 mil millones de pesos que podría valer esa consulta son muchos menos de lo que han perdido los trabajadores colombianos, más de 200 billones de pesos, tanto por el recorte de las horas extras como de los dominicales.

“Esa plata se quedó en los empresarios y clase dirigente, lo que se deja de ganar un trabajador es lo que le pasa las ganancias de los empresarios”, sostuvo Benedetti.

Para el ministro la consulta popular, que le tienen miedo muchos sectores políticos es la menos invasiva que hay, porque de ser aprobadas las preguntas tendrán que llegar a su discusión profunda en el Congreso y se deberá tramitar.

Recalcó que al gobierno del presidente Gustavo Petro no le quedó más camino que buscar el mecanismo de la consulta, ante el bloqueo institucional que le impuso el Congreso para el trámite de las reformas sociales.

“La reforma no es ejecutable sino hasta cuando venga al Congreso y usted tomarán las medidas para que no sucedan esas cosas que ustedes están diciendo de los riesgos de lo que implica la consulta”, declaró Benedetti.

El ministro del Interior sostuvo además ante la plenaria que no está de acuerdo con que se reviva el tramite de la reforma laboral, esto a través de la apelación que se votará en la próxima sesión, todo por cuanto no hay tiempo para que se alcance a discutir.

Foto y noticia: Colprensa